Joshua golpeó la puerta con impaciencia. Cuando no hubo respuesta, se dijo que mantendría la calma. No había razón para estar ansioso.
Pero no importaba lo que se dijera a sí mismo, el mal presentimiento que lo había estado molestando toda la tarde solo aumentó. Joshua culpó al hermano de Jeonghan. Todo el encuentro había sido algo extraño, en realidad. Joshua no podía recordar por qué dejó a Jeonghan irse con su hermano cuando estaba decidido a no hacerlo. Solo podía recordar a Jeonghan prometiéndole que lo esperaría en casa. Jeonghan le había dicho eso.
Joshua sacó sus llaves y abrió la puerta.
Sus dedos eran firmes. No sentía nudos duros atados en su estómago. No tenía motivos para sentirse así. Quizás Jeonghan estaba en la ducha. Tal vez tenía los auriculares puestos y no podía escuchar sus golpes.
Joshua abrió la puerta.
La sala de estar estaba vacía.
La cocina estaba vacía, también.
Una sensación nauseabunda de deja vu hizo que sea difícil respirar.
"¿Jeonghan?" Gritó bruscamente, su pecho se apretaba cuando el silencio era la única respuesta.
Caminó hacia la habitación de Jeonghan. Estaba vacía.
Con el corazón latiéndole en la garganta, Joshua fue a su habitación.
Estaba vacía, también. No había señales de Jeonghan en ninguna parte.
La mirada de Joshua cayó sobre el pedazo de papel sobre la cama.
Lo miró por unos segundos antes de cruzar lentamente la habitación.
Él lo recogió.
La letra era temblorosa e irregular, las letras inclinadas hacia la izquierda en lugar de hacia la derecha.
Querido Joshua,
Lo siento. Espero que algún día me puedas perdonar y, cuando mires atrás, digas que estuviste feliz de haberme conocido. Sé quién soy. Fuiste lo mejor que me ha pasado. Me siento tan afortunado de haberte conocido. Solo desearía... Desearía muchas cosas, pero supongo que no importa. Por favor créeme cuando digo que nunca en ningún momento te mentí acerca de mis sentimientos. Me hiciste sentir muy feliz y amado.
Por favor, no te enojes conmigo. O enfádate conmigo si eso es lo que necesitas para sentirte mejor.
Te quiero. Te amo demasiado. Espero que tengas una vida larga y feliz, llena de risas y amor. Espero que cuando seas un hombre viejo, mires atrás y recuerdes al niño tonto y raro que una vez amaste con cariño en lugar de enojo. Sé que siempre te recordaré.
Se feliz. Por favor.
Tuyo,
Hannie.
