O2

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Después de haber dejado los lujos de la mansión de su padre atrás, el comenzar desde cero representaba todo un reto para el joven Adrien Agreste. Aún así cualquier cosa era mejor que seguir soportando los reproches de su progenitor y el que éste le condisionara cada cosa con tal de conseguir de él lo que quería.

Ahora se sentía libre y con los ahorros suficientes en su cuenta bancaria, creía que todo marcharía de maravilla para él. O al menos eso creyó hasta que se reencontró con esa chica de su instituto, la cual detestaba pero al mismo tiempo disfrutaba molestar.

« Aunque para ser sincero... Se ha puesto buena. »

Sacudió mentalmente la cabeza, levantándose finalmente del lecho para obligarse a sí mismo a tomar una ducha. Al ser sábado, no había porqué asistir a la universidad así que aprovecharía el día para hacer las últimas compras de lo que necesitaba.

Al salir del baño, se vistió con unos vaqueros azules y una playera en tonalidad gris, calzándose unas deportivas y complementando su atuendo con una chaqueta negra, tomando sus llaves y su móvil  saliendo así de su apartamento.

Para su sorpresa, apenas abrió la puerta, visualizó justo en la puerta del departamento de junto a la muchacha de orbes azules y cabellera obsidiana, quien cargaba unas bolsas de papel con lo que a todas luces era su despensa.

—No me jodas... ¿Serás mi vecina?

Marinette se tensó de pies a cabeza, resoplando con acritud al reconocer al tedioso rubio mirándola con asombro y hastío desde su lado.

—¿Me vas a dar la lata cuando no llevas ni 24 horas viviendo aquí? —Masculló apática, tratando abrir su piso con la compra a cuestas—. Tú realmente tienes un problema...

Él sonrió divertido, cruzándose de brazos y recargándose en el marco de la puerta, observando cómo la chica no conseguía abrir su propia puerta a pesar de sus tantos intentos.

—¿Tan nerviosa te pongo? —Ella forcejeó un poco más, provocando una suave risa en el él —Creo que se gira hacia el otro lado, primor.

—¡Agh! ¡Ya lo sé! —Hizo más presión en el pomo, consiguiendo que la puerta cediera tras varios intentos fallidos—. Perfecto, ya está... Y ahora, si me disculp...

Al tratar irrumpir en el recibidor, tropezó con la alfombrilla de la entrada, trastabillando con las bolsas y cayendo con el culo en pompa; provocando con ello que sus cosas quedaran esparcidas en el suelo mientras ella amortiguaba el golpe con los antebrazos.

— Ahora sí que me quiero morir... —Susurró para sí misma.

« Qué buenas vistas... »

Adrien se relamió los labios, acercándose lentamente a ella para finalmente agacharse a su lado, apoyando una de sus manos sobre el hombro de su vecina.

—¿Te encuentras bien? —Preguntó en un tono suave y calmado, ladeando el rostro para encontrar sus gemas con las de ella —¿Te has lastimado?

Ella pestañeó sin dar crédito a lo que estaba pasando. ¿Adrien Agreste preocupándose? Eso en verdad era algo insólito...

«Es mentira, ¿acaso ya olvidaste las veces que te tiró de las coletas en secundaria? ¡Espabila, Mari!»

—Estoy perfectamente. —Masculló orgullosa, tratando enderezarse—. Así que vete, y... ¡Auch! —Se detuvo al notar una molestia en el tobillo, resoplando frustrada al quedarse sentada en el suelo con una expresión angustiada.

—Uno queriendo ser buen vecino y te pones de orgullosa —Soltó un bufido, echando un vistazo a su tobillo mientras lo acariciaba —¿Crees poder ponerte de pie? ¿Necesitas que te ayude?

ODIO AMARTE |+18 collab. ft Marichat8989Donde viven las historias. Descúbrelo ahora