2O

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Después de realizar las pertinentes compras, el grupo de amigos se dirigió al apartamento de Luka. Cada uno pudo agenciarse de cuánto andaba buscando, y por parte de Adrien, unos improvisados regalos que esperaba vehemente que le agradaran a su chica.

Entre ese plan espontáneo que hubo surgido y pasar el rato entre risas y bebiendo alguna cerveza en el piso de Couffaine, las horas pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Apenas percatándose de que la noche ya caía e indicaba la hora de dar por terminada la quedada.

El primero en irse fue Nino, y después de su marcha, Adrien ayudó a su colega de gemas azuladas y a su hermana a limpiar las latas de encima la mesa del comedor.

—Iré a darme una ducha… —enunció Juleka, dirigiéndose al pasillo mientras miraba al rubio con una expresión divertida—. Por si no nos vemos después, espero que a tu novia le gusten los regalitos.

Adrien correspondió con una leve risita, despidiéndose de la muchacha y quedándose a solas con su perspicaz camarada.

—Así que… ¿Regalitos? —Indagó el de mechas celestes—. ¿Hablamos de dildos y látigos?

—Tú estás enfermo…

—Como si a ti no se te pasara por la cabeza qué hacer con eso...

El rubio puso la vista en blanco, soltando un bufido entretanto cargaba con los vasos sucios hacia la cocina.

—Solo elegí un pequeño detalle para ella, y… —dejó los recipientes en el fregadero, luego bajando la voz—. Otros para sus padres…

—¡¿Cómo?! —Exclamó sorprendido—. Significa eso que… ¿Vas a conocer a tus suegros? —Su amigo lo miró por encima del hombro con un mudo asentimiento—. Joder, yo de ti estaría muerto de miedo…

—Eso es porque tú eres raro. —Alegó con una sonrisa dispersa, recargándose en el borde de la encimera—. Para mí es… Una oportunidad. —Inspiró profundo, pasándose los dedos por los mechones—. Nunca antes había tenido algo como lo que tengo con Marinette, y el hecho de que me acepte en su vida de esta manera… Me hace sentir bien.

La cara que puso le arrebató una tenue carcajada a Couffaine, quién se posicionó a su lado en una postura relajada.

—Me alegra verte así. —Confesó con voz pausada—. Es decir, yo no sería capaz de comprometerme así con alguien; ya sabes, respeto demasiado mi libertad. —Se encogió de hombros—. De todas formas, me alegra ver que a ti… Te va bien.

Adrien soltó una risita.

—Yo también. —Resopló y sus facciones adquirieron un matiz más serio—. Siendo sincero, estando con ella, me doy cuenta que… Lo mío con Kagami fue… ¿Distinto? —El ojizarco lo observó con las cejas enarcadas—. No sé cómo describirlo, pero… es como si, con Marinette… Las cosas fluyeran de forma más natural… —suspiró—. Con ella siento que puedo ser yo mismo.

Su compañero lo estudió en silencio, no sabiendo hasta qué punto decirle las cosas tal cual las pensaba.

—Tal vez eso se debe a que antes no estabas con la chica indicada… —el rubio se mantuvo inescrutable, sin afirmar, pero tampoco sin desmentir sus argumentos—. Aún así, si ahora estás bien con Marinette… Eso es lo que cuenta. —Puso una mano sobre su hombro en un gesto amistoso—. Aprovéchalo y disfruta de lo que tenéis… —una sonrisa burlesca se formó en sus labios—. ¿O yo vendré y te la robaré? —La mirada condenatoria que le dedicó su contrario produjo que Luka soltara unas carcajadas—. Estoy bromeando, ¡Tranquilo! —Guardó distancia—. Marinette es tu chica y es intocable para mí…

—Más te vale… —revisó la hora en el móvil, cambiando a una actitud más nerviosa—. Son casi las diez, tengo que irme.

—¿A por el polvo nocturno? 

ODIO AMARTE |+18 collab. ft Marichat8989Donde viven las historias. Descúbrelo ahora