Capítulo 37.

122 9 1
                                    

// NARRA NASH //

Duele. Duele escuchar eso. Y es lo que más deseaba escuchar, pero prácticamente ahora tengo todo el poder del mundo en hacerle daño con cualquier cosa, y es lo que menos quiero.
Llevo enamorado de ella dos semanas, no siento tan rápido por las chicas pero me ha dado tanto en tan poco tiempo que ni yo he podido evitarlo. Tampoco se lo he dicho. Por miedo. El miedo si que es algo que podemos controlar nosotros, es algo que está ahí si quieres y que no si no quieres. El miedo puedes apartarlo, o simplemente no dejar que entre a tu vida por "miedo" a otras cosas. Y yo dejé que entrase hace mucho tiempo, desde entonces la seguridad en mi mismo no reina de mi sino de ese sentimiento. Quizá es eso lo que me ha hechado hacia atrás, quizá no, seguro. Podría habérselo dicho, y haberle sido sincero. Pero tampoco se lo voy a decir ahora, ahora le toca a ella decirme sus sentimientos y hablar tranquilos, o simplemente que el corazón hable.

Tenia varias cosas en mente, y sobretodo una en el cual el miedo no estaba presente. Y se me acababa de aclarar del todo. Me puedo equivocar, me puede salir bien, pero tengo que arriesgar. Por ella.
// NARRA ALEX //

Me miró quedándose en silencio y se me acercó a los labios dándome un pequeño beso. Y otro. Y otro. Otro. Sonreí. Me había demostrado que no estaba mal si empezaba a enamorarme, que estaba seguro de todo esto. Pero yo no tanto.

- Tengo miedo...

- ¿Por qué?

- Me he enamorado a 21 días de alejarme de ti, ¿realmente eso es bueno? Esto siempre va a ser injusto para los dos.

- Mira... - aclaró su garganta - Aunque tu te vayas, aunque nos separe un océano, miles de kilómetros, miles de cosas, SIEMPRE vamos a estar en contacto. Pero, no me gusta decir estas cosas ¿sabes? Me gustan que pasen y se demuestren, prometer de boca para fuera es fácil.

- Yo creo que todo esto es bonito al principio, ya ves, llevamos un mes solo juntos, el primero es bonito, el segundo... y al tercero se complica.

- O no. - dijo convencido de sí mismo - Vamos a estar juntos ya verás. - me robó un beso para que no dijera nada. - Literal. - me quedé pensando pegada a sus labios. ¿Cómo?

- Ts, mirame a los ojos - le miré - Te quiero.

- Yo también te quiero. - sonreímos.

Llegamos al hotel a eso de las 3:00 am pasadas y pasó intentando hacer el menor ruido posible ya que nuestra habitación estaba ligada a la de su padre, hermana y hermano. Pero para él era imposible.

A la mañana siguiente fue todo parecido a la del día anterior, meet y descanso y más meet. Tres horas y media estuve entreteniendo a Skylynn. Saldríamos a las 8 de la tarde camino a Los Ángeles, lo teníamos todo preparados así que los chicos y yo decidimos pasar algo de tiempo juntos en la habitación mas grande que era la nuestra.

- Oye Carter, - dije y él solo hizo un sonido con su boca como que me escucha sin mirarme - ¿Por qué no ha venido Maggie?

- ¿Porque has venido tú? - pregunta irónica.

- ¿Me puedes hablar bien y claro?

- No ha venido porque has venido tú, ¿te vale?

- ¿Y eso? - intentaba morderme la lengua, no me quería llevar mal con ninguno de ellos y menos con Carter cuando me llevaba bastante bien con Maggie, pero no entiendo el tono de voz con el que me estaba hablando.

- A parte de nosotros solo puede venir otra persona más que no sea de la familia, y Nash obligó que fueras tú.

- Ah pues mejor.

Extraños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora