Capítulo 31.

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Después del concierto, de felicitar a Shawn y de estar fuera ya sin ninguna fan, decidimos irnos a casa.

- Oye yo me quedo aquí hoy, no os preocupéis.

- Pero, Cam tío te puedes venir con nosotros.

- Da igual, nos vamos a quedar todos en el hotel con Shawn, de verdad. - nos sonrió.

- ¿Vosotros tampoco venís? - dirigiéndose a Carter y Maggie, ellos negaron. Así que, nos despedimos de ellos, nos dimos la mano y pusimos ritmo al coche.

- Ha sido un día diez... en serio.. - Apoyé mi cabeza en su hombro.

- ¿Te ha gustado?

- Mucho. Y además ya se como es tu día a día con fans... ¿no te agobias?

- Me agobio cuando voy a algo importante o estoy con mi familia, pero por lo demás me encanta que se acerquen a saludar, o que me den un abrazo... no sé sientes el cariño.

- Son buenas, la verdad. Hay fans, y fans... - asintió - Y Shawn, ¡madre mía! ¡No sabia que cantaba tan bien!

- Es brutal, al principio era súper tímido y le daba corte cantar en los shows que teníamos, pero lo hacía y hace de diez.

- En serio a mi me ha encantado, ojala llegue alto.

- Lo hará, o eso espero.

- ¿Y tú? ¿Te lo has pasado bien?

- Me hubiese gustado estar mas tiempo contigo o poder estar con las fans y presentarte pero, ha estado bien. - sonrió.

- Bueno ahora tenemos todo el tiempo del mundo.

- Sip. ¡Y ve pensando que hacer mañana! - me dijo - Porque no puedo estar encerrado en casa...

- La hiperactividad que tienes no es normal, eh. - iba sacando las llaves del coche ya que quedaba poco para llegar. Compramos un par de bebidas en un starbucks que había mientras paseabamos y nos subimos al coche. Antes de arrancar me dio un beso.
Hora y media de trayecto. 1:27 am.

- ¿Estas cansada?

- Nop. - dije dándole el ultimo sorbo al café.

- Mejor...

- ¿Mejor? - le miré.

- Siiiii hazme caso. - me hizo que conectase su móvil al coche y pusiese musica. Así la verdad, el camino se nos hizo algo mas ameno.

A menos de 15 minutos para llegar, le conté lo que Maggie había hecho con Bea.

- ¿En serio? - no paraba de reír.

- Te lo juro nene, me moría de risa en ese momento. Me ha dicho de llamarla todos los días. A ver si me deja en paz.

- Prueba, es muy infantil.

- ¿Maggie?

- ¡No! Bea.

- Ah, ya.
2:15 am. Llegamos a casa, solté el bolso mientras iba llegando a la habitación quitándome ropa.

Y de un momento a otro estaba volando. No se lo pensó dos veces y me cogió de la cintura, caí con la mitad de mi cuerpo en su espalda.

- ¡Suelta! - dije riendo, mientras él corría por toda la casa. - Que ni siquiera me he terminado de desvestir, ¡Nash!

- Ya termino yo. - me tiró a la cama quedando cara a cara y sonrió. Desabrochó mi sujetador como si no me estuviese dando cuenta, solté una risa que lo decía todo y me empezó a comer la boca.

Y miento si digo que lo hacia mal. O que me hacia daño. O que no lo hacia con el mayor cuidado de todo. No se quien tenia más miedo de quedar enamorado, si él o yo. No sabía a quien se le ponía los vellos de punta cada vez que nos fundiamos como esa noche. Aunque fuese la segunda. Nadie como él.
- Te quiero. - suspiró en mis labios en el momento que bajaba con sus manos en mi cintura, mi cara pasó a una sonrisa y le besé. Entrelazamos nuestros dedos y la noche se nos hizo corta.

Extraños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora