Capítulo 39.

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Pasó un momento, intentamos que se alejase la tensión y volví a coger aire para hablar.

- Pensaba que me apoyarías en esto.

- No puedo dejar que mi mejor amigo se me vaya de mi lado.

Ni si quiera contesté. Él era la única persona que quedaba en mi lista que yo creía que si me iba a apoyar, pero estaba totalmente equivocado.

Fuimos a una tienda de juguetes que había cerca para comprarle algo a Alex, ya que le había mentido sobre ir a comprar. Cogí un oso de tamaño considerable y nos fuimos camino a casa.

- Escucha, esta noche vamos a salir todos, vente.

- No, - dije negando - ¿ella?

- No te ciegues, estará durmiendo, saldremos sobre las 12, venimos a por ti. No falles.

Saqué las llaves del bolsillo y con un suspiro entré dentro cambiando mi cara completamente a mejor.
// NARRA ALEJANDRA //

Escuché la puerta después de dos largas horas sin que él estuviese en casa. Me había vestido normal y arreglado como para salir a dar una vuelta. Entré al salón y estaba él con un oso bastante grande de peluche y una sonrisa de niño bebé.

- ¡Aaaaaaah! ¿¡Es para mi!? - dije abriendo los ojos y el asintió - ¡Me encantaaaaaa! - y les abracé a los dos cayendo al sillón. - No sabes lo que me gustan los peluches.

- Y tu no sabes lo que me gustas tú. - sonreímos y me besó. - ¿Estas lista? Vamos a comer a algún sitio.

Y así hicimos. Entre papparazzis y otras cosas, aprovechamos bien el día, a eso de las 8 estábamos en casa de nuevo.

- Me voy a duchar que, no te he dicho nada, pero esta noche salgo con los chicos. - me miró creo yo esperando la respuesta facial mía, me molestaba que saliese con tantos chicos pero, tenia que ocultarlo. Así que sonreí.

- ¿Ah si?

- Si, salimos casi todas las semanas o así y me han dicho que no les falle que llevamos casi dos meses sin salir todos juntos por la noche, ¿te importa...?

- ¿Que? ¡Como me va a importar! No te voy a negar nada, tienes que seguir con tu vida normal. Al fin y al cabo esto se va a acabar pronto...

- No entiendo por qué dices eso... - y se metió en el baño.

¿Realmente no lo entendía? ¿Realmente creía que íbamos a durar para siempre? Tonta de mi, que me enamoré en un continente distinto al mio, a miles de kilómetros y 9 horas de diferencia del mio. De verdad, me encantaba tanto esta vida, la que tenía ahora, actualmente. Pero parte de mi me decía que no era mi vida, que solo era temporal, y que quedaban dos semanas o quizá dos días para que todo esto se fuese por la borda. Si es verdad que es bonito mientras dura, o que parece largo cuando estás en el mejor momento y corto a la vez por disfrutar pero...

Suspiré y mis pensamientos se estancaron. Me acurruqué sobre mis piernas en el sofá y encendí la tv ya que iba a ser una noche larga sin él. Me recogí el pelo y empecé ha hacer zapping.

A las dos horas y media de estar dando vueltas por la casa se paró en frente mía. Camisa blanca, vaqueros, zapatos normales y bastante bien peinado. Me daba miedo.

- ¿Y bien? - le mire de arriba abajo y le hice una seña de que se diera la vuelta - ¿Me estás mirando el culo?

- ¿Tengo yo la necesidad de ver como vas por detrás? - reímos - Chapó Grier, chapó. - se sentó al lado mía y olía horriblemente bien. - Mierda.

Extraños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora