masturbacion al pasivo

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Me pregunto si los vecinos podrán  escuchar la música. Estaba en mi  habitación bailando. Había empujado la cama a una orilla para hacer espacio.
Necesitaba un poco de dinero y no quería pedirle más a mis padres,  así que debía practicar para él siguiente concurso en la escuela.

Me gusta mucho bailar. Y no iba a negarlo,  lo hacía muy bien
 

Había participado en algunos concursos, solamente para obtener algo de dinero. Usualmente bailaba junto a Guila, y también cantábamos. Era extremadamente raro vernos bailar o cantar solas. Cuando estábamos  en el centro de la pista o escenario, era difícil no notarnos. O eso solían decirnos.

Me detuve. Estaba algo cansada, llevaba un buen rato en esto. Pero aún me fallaba la coreografía. Guila usualmente era quien las ponía. Ella había sido parte del equipo de porristas en la secundaria y sabía lo que hacía. Sabía poner una buena rutina sin necesidad de restregar nuestros cuerpos para ganar la atención de los hombres. Aunque de ser necesario estaba preparada. Y esta vez había incluido un poco de ello.

  Me gire para  ir a la cocina a por agua y me encontré directamente con los ojos de Ban. Me miraba con una sonrisa, una que conocía bastante.  Una llena de lujuria.

-¡Ban!-. Me paralice, no me gustaba que alguien me viera practicar y mucho menos si ese alguien era Ban.  En los últimos días cualquier cosa que hacía parecía exitarlo. Parecía animal en celo.

-No piensas seguir.  Me agrada verte bailar.

-Estoy cansada-. Dije rápidamente

-Tal vez quieras bailar para mí en alguna ocasión.  Con menos ropa de ser posible. O nada.

-Conpermiso Ban. Necesito ir a la cocina-. Mi cara estaba roja por las palabras de Ban. Pace  a su lado, y el empezó a seguirme.

La próxima vez debería asegurarme que mi puerta este bien cerrada. Ahora me sentía muy nerviosa. 

 

Ella nuevamente estaba en la sala con sus tareas. Se veía cansada y muy estresada.

Ella en verdad estaba muy estresada lo supe cuando la vi romper el bolígrafo. Jericho tenía un horrible carácter y más cuando se enojaba y se estresaba

Tal vez lo mejor era dar la vuelta y evitar a Jericho para que no me asesinara
 

Se levantó empujando la mesita en el proceso. Únicamente llevaba puesto un short muy corto y una blusa de tirantes. 

Debería de ayudarla con su mal humor. Tal vez pueda relajarla.

Estaba en la cocina bebiendo un poco de agua. Parte de su cintura estaba descubierta.  Y sin pensarlo dos veces, fui a ella, la tomé  por la cintura. Ella se sobresalto, aun así sonreí, deslicé mis manos  llevándolas a su vientre, acariciándola. Ella se estremeció ante el contacto.
La pegué más a mí. Mientras dejaba besos húmedos alrededor de su cuello, y nuca. Seguí moviendo mis manos subiendo su blusa en el proceso para poder acariciar sus senos.

-¡Ban!

-Shh ... se que somos los únicos viviendo aquí, en el apartamento. Pero tenemos vecinos. Soltó un suspiró, creí que me detendría, pero no lo hizo. Me gustaría estar de frente para poder ver sus expresiones. Me dediqué a masajear un rato sus pechos mientras ella soltaba suspiros y gemidos. Sus manos estaban aferradas al vaso. Volví a deslizar mis manos por su vientre hayas llegar al short. Lo desabroche y metí mi mano lentamente, sintiendo su calor. Se puso tensa pero no me detuvo. Comencé a acariciar su vulva. Y ella gimió más fuerte

-Basta Ban.

-Claro que no. No me has dejado hacer mucho.  Ahora no me detendrás.

Ella  no se opuso más. Dejó  caer el vaso que mojo el suelo con el poco líquido que aun le quedaba.

No se si lo hizo consiente mente o no. Pero se pegó más a mí.

Seguí masturbándo su entrada. Las piernas le temblaban. Lo cual me pareció  excitante.  Demasiado excitante para mí.

Empecé metiendo un dedo en su entrada.  Después dos. Moviendo los en círculos y simulado unas tijeras. Jericho recargo más su peso en mí. -Lo estas disfrutando verdad.

Saque mi mano de su short. Y lo baje junto a sus braguitas de color negro. La recargue en la mesa dejando sus pechos contra ella. Pegó un grito por la sorpresa. Dejé su trasero expuesto a mí. Era más hermoso y
Redondo que en mis fantasías. 

Lo toque lentamente.

Era realmente suave. Volví a masturbar su entrada. Con una mano mientras la otra acariciaba sus piernas y su trasero. 

-¡Ban!-. Gimió mi nombre cuando finalmente libero sus fluidos.

Me miró, jamás había visto esa mirada en ella. Tenia un brillo, pero igual un destello de lujuria.

-Tal vez después me dejes darte unos buenos orgasmos. Ahora ve a darte un baño, mientras yo limpió aquí.

Se incorporó y empezó a caminar lentamente las piernas aun le temblaban.

Esto tenía que repetirse y esperaba fuera muy pronto.

Se que me tarde un poco. Me puse a escribir para mis otras historias y olvide pasarme por aquí.

Además, está historia no puedo escribir la en cualquier parte. Mi hermana dice que me pongo roja, y aunque no sabe porqué, prefiero no escribir frente a otros. Para evitar preguntas incómodas

Sin más, espero haya sido de su agrado. Pues soy nueva escribiendo este tipo de historias.  

COMPAÑEROS  (reto 30 días +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora