Contra la pared

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Ban salia más tarde de la universidad así que tenía tiempo antes de que él llegará.  Preparé  la comida y me senté a hacer mis tareas. Ya había vuelto a la universidad.  Mi padre no me había dado más tiempo y yo no quería abusar de la autoridad de él, contrario a lo que todos dijeran. Sí, muchos sabían que el director era mi  padre. Y se daban cuenta del trató que tenía, no es que a mi me gustara. Pero no podía evitarlo, ni porque le suplicará a mi padre que dejará de hacerlo.  Ers más que consciente que solamente quería  compensar muchas cosas.

Cuando Ban llegó no pude evitar sonreír. Me había acostumbrado tanto a su presencia, que me sentía vacía si no estaba con él.

Ban únicamente me regaló una mirada y fue a su habitación. Eso en definitiva me sorprendió.  No sabia que le pasaba a él, ni porque estaba actuando de esa forma
 Ya nos había arreglado después del pequeño castigo que le había dado y en definitiva el había entendido. Evitaba eyacular en mí interior. 

Tan sólo pensar en esos momentos hacia que él calor en mi interior volviera. Estúpido Ban y todas esas sensaciones que me provocaba. 

Decidí ir a ver si el quería comer. Lo había esperado mucho tiempo.  Tal vez debería llamar y así no volver a esperarlo innecesariamente.

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Ya no podía mas con esto.  Necesitaba terminarlo, alejarla de mí. No soportaba tenerla todo él tiempo detrás mio. Maldita la hora en que me enrede con ella.

Mi teléfono sonó de nuevo.  No quería ver, seguramente era ella y sus estúpidas exigencias.

Tocaron a la puerta de mi cuarto. Intentó abrir la puerta pero le había puesto seguro así que no podría pasar. -Ban, ¿quieres comer algo?-. Escuché su voz,

-Lo siento Jericho estoy algo ocupado,  lo dejamos para después. 

-Está bien. Voy a salir. No sé a que hora regrese. 

Cuando me asegure que había salido fui a darme un baño.  Necesitaba relajarme, estaba tan tensó y estresado y no quería ver a nadie.  Sobre todo a Jericho

Narrador

Jericho salió del departamento,  había prometido verse con Guila, pero ya no sentía  muchos ánimos para hacerlo.  La actitud de Ban la tenia preocupada.  ¿Acaso se había molestado con ella por algo?

Esa sola idea la estremecía . Eso no tenía sentido para ella, tan sólo esa mañana  despertaron muy juntos y abrazados. Después de  disfrutar de su compañía y cuerpos.  De dormir juntó al otro haciéndose compañía. Por ello la idea de que él estuviera molesto no cabía en su cabeza. Pero si no era eso, ¿entonces qué?

Soltó un bufido. Y siguió  caminando hasta llegar a la cafetería en que había quedado con Guila.

Entró a esperarla.  Como siempre, llegando tarde. 

Guila se sentó frente a ella
-Creí que no vendrías.  Cada día es más difícil contactarte-. Le dijo mientras tomaba asiento. 

Tomó el vaso de té helado que había pedido y se lo tomo.  Esa era Guila, quien ya no sabía o más bien ya no recordaba, lo que eran los límites. Ella podía entrar a la casa y llevarse la ropa de Jericho sin aviar.  Aunque Jericho esperaba ahora no hiciese eso sí no quería ver algo que en definitiva, no debía ver.

-Pasó algo?-.

- La verdad nada-. Dijo Guila -Es sólo que desde las vacaciones, pasas más tiempo en casa y siempre me dices que no puedes salir.

-Debo ponerme al corriente con todos los trabajos atrasados-. Dijo Jericho.

- Ajá. Y tu repentina relación con Ban, no tiene nada que ver.

-En lo absoluto.

-Mentirosa-. Guila suspiró y tomó las manos de su amiga -Sabes que no tengo problema en que por fin salgas con alguien. Pero no quiero que te lastime

-¿Porqué lo dices?

-Solamente, ve con mucho cuidado. No quiero que te lastimen-.

-Porqué lo dices Guila-. Guila no dijo más. No tuvo el valor de decirle lo que vio, porque ni ella estaba segura. Y no quería meterse en aquella relación. Prefería aclarar sus sospechas antes de compartirlas.

-Fue agradable ver que sigues bien. Y que aún tienes tiempo para mí, pero, ahora ya debo irme-. Anuncio Guila

No sabía que decir, conocía a Guila lo suficiente para saber que había algo que no me dijo. Ambas nos  despedimos  y volví al apartamento.

Al llegar vi a Ban acostado en el piso de la sala.  Pero no se veía muy bien

-Ban... te pasa algo-. El me miró y suspiró.

-Si-. Su si había sido muy seco. Y eso me preocupo

Me recosté a su lado. -¿Estas molestó por algo en especial?-.

-No es contigo-. Ban se sentó. Y me miró. Con esas cosas solamente me hacía sentir que quería mantenerme alejada de él

-¿Hay algo que pueda hacer por ti?-. Pregunté preocupada

-Creó que no-. Suspiré, tal vez lo mejor era dejarlo sólo. Si el no quería mi ayuda, que podía hacer yo. 

-Si me necesitas estaré en mi habitación-. La actitud de Ban, y Guila con su advertencia me estaban dando mucho en que pensar.  Y eso no me gustaba, ni un poco.

Me recosté en la cama. Rató después tocaron a la puerta.  -Pase
 Escuche que intentaban abrir pero no se abría la puerta y recordé que a mi puerta se cerraba sola en ocasiones. 

Me levanté a abrir y entró Ban. -¿Te desperté?-.

-No. Solamente estaba acostada. 

-¿Necesitas algo?-. Ban me atrajo de la cintura y me besó

-Después del  pensarlo mucho, creó que si necesito algo.
Volvió a besarme.  Esta vez tomó mis piernas, y las levantó, haciéndome rodear su cintura con mis piernas. 

(💙 Narrador )

Ban recargo la espalda de Jericho en la fría pared, lo cual la hizo emitir un gemido de sorpresa. Ban se  acercó más buscando un mayor contacto

El besó era muy fogoso. Ban empezó a dejar su camino de besos.

-¡Ban!
Ban puso sus pies en el suelo y le quitó la ropa. Estaba cansado de esperar ese momento. Cuando la tuvo desnuda volvió a cargarla mientras la besaba. Empezó besando su cuello escucho los gemidos retenidos de Jericho y miró su rostro, esos gestos que delataban su excitación solo lograban excitarle más. Y ayudaban a despejar su mente del problema que en esos momentos tenía.

Desabotono su pantalón y dejo que cayera al piso con su bóxer. Lo necesitaba pronto, las piernas abiertas de Jericho le facilitó la penetracion. Escucho  a Jericho contener un gemido. Ban se acercó hasta su oreja -no los con tengas no hay nadie en casa -. Mordió delicadamente el lóbulo de su oreja y ella volvió a gemir.

-Lo sé...- No pudo terminar la oración cuando sintió el miembro de Ban salir y entrar de nuevo en su interior..

Volvió a salir y entrar varias veces en  Jericho. Ella no se molestaba en contener sus gemidos. Jericho se aferro a él cuello de Ban cuando estuvo a punto de llegar a su límite.

-Aguanta un poco mas-. Le pidió Ban entre gruñidos. -Quiero llegar contigo-. No paso mucho tiempo hasta que Ban sintió las paredes vaginales de Jericho contraerse contra su miembro. Pero fue lo suficiente para que Ban terminará muy seguido de ella. Bajo sus piernas Jericho seguía recargada contra la pared y Ban recargo sus manos en la pared y su frente con la de Jericho, aquel primer encuentro había sido deliciosamente agotador.

-¿En verdad estas bien?-. Jericho no sabía que pensar, Ban no era él mismo.  Ni siquiera al momento de tener relaciones había sido el mismo.

-Todos tenemos problemas. Pero no quiero hablar de eso-. Ban volvió a besarle y la guió a la cama.

COMPAÑEROS  (reto 30 días +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora