Mientras lo masturba

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Qué debía ponerme para esta tarde.  Qué cansado tener que ir primero a casa de mi madre y después volver para cambiarme e ir con papá.

Mamá sabía que papá planeaba una fiesta , por ello me había citado para verla. Y evitar que me viera con él.

-A dónde vas con tanta prisa-. Me habló Ban. A quien no había notado en todo el día. 

-Voy  a ver a mamá

-Y después qué harás. 

-Porque tan curioso-  Pregunte extrañada

-Ayer has dicho que no podías venir con nosotros. Por que tenias planes.

-Los tengo. Y aunque quisiera cancelarlos no puedo.

Mi celular sonó, era Gustaf
-Ya voy para allá-. Le dije al responder.

-Aun estas en el departamento?

-Sí porqué?

-Supongo que papá también te ha invitado a su fiesta.

-Así es.

-Entonces podemos ir juntos. Puedes traer tus cosas y juntos podemos ir allá. 

-Claro. Entonces tomaré mis cosas e iré.

Colgué y volví a mi habitación a tomar la ropa para la grandiosa fiesta. Ban estaba en él sofá y se veía un poco molesto. Tomé su cara y deje un beso. Nos vemos después

Susurre en su oído. 

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Estaba en la azotea fumando un poco. Jericho se había ido hace horas. Ya pasaba de media noche.  Y yo estaba aburrido. Tomé la guitarra.  Hace años que no tocaba
 Ni siquiera sabía si estaba afinada o no. Volví a pensar en Jericho, lo cual me frustró.

Chica tonta que me haces pensar de más, odiaba eso.

Suspiré intentando enfocarme en mi guitarra. Hace tiempo había querido escribir alguna canción.  Para Elaine, pero ella siempre decía que parecía un vago cuando  tocaba la guitarra. Y que al verme parecía que estaba pidiendo dinero.  En pocas palabras, que la avergonzaba. Así que deje de tocarla. Empecé revisando si estaba afinada.

 
Hace rato que no pasaba ningún auto, así que al escuchar que se estacionó uno, me asomé.

Agradecía mi excelente vista y los minoculares que tenia conmigo. Un hombre se bajó del auto.  -¡Mierda!- Murmure sorprendido
Era el director de la universidad.

Rodeo el auto y abrió la puerta del copiloto. No daba crédito a lo que miraba, Jericho bajaba del auto de aquel imbécil. Si el director era un imbécil y  no sabía que hacía mi Jericho con él. Seguí mirando mientras mis entrañas hervian al ver que Jericho le daba un abrazo y después un besó en la mejilla. Entró en el edificio y vi al imbécil subir a su auto e irse.

Respiré profundamente antes de ir al apartamento. Camine varios minutos frente a la entrada. Sin saber que pensar y hacer. Aunque sabía lo mejor era entrar y hablar.  Aunque no estaba seguro de que hablaría sin que saliera mi molestia.

Respire profundamente antes de entrar. Jericho estaba sentada en el sillón usando su pijama.  Al parecer había estado mucho tiempo afuera, pues ella estaba bañada.

-OH ya llegaste-. Ella se veía cansada pero de buen humor.

-¿No deberías estar en la cama?

-Quería esperarte-. Porque no te sientas

-Porqué venias con el director-. No aguantaba más, necesitaba una pronta explicación
 

-Cómo lo sabes ?

-Porque te vi llegar con él.

-¿Te molesta que llegara con él?

Ban me regaló una sonrisa irónica y eso me molesto muchísimo. 

-No. Al contrario me gusta que mi mujer llegue con otro hombre , le de abrazos y se despida con un beso.

Sentía una gran molestia, pero no conteste
 No quería ponerme a discutir.  Bufé y trate de calmarme
  Y entonces lo descubrí. Ban estaba celoso. Muy celoso.

El me dio la espalda y se fue a su habitación entre , y le abracé por la espalda. 

-Me encanta abrazarte, sabes. Aunque no puedo prometer que únicamente te abrazaré a ti. También me encanta besarte, y eso si puedo prometer que únicamente es contigo. Porque es única la forma en la que lo hago. 

El parecía no muy convecinos, por suerte se había quitado la chaqueta y playera.  Me puse de puntitas y bese su hombro. Conducí mis manos a su pantalón y lo baje. Metí mi mano y tome su miembro y comencé a acariciarlo lentamente. 

-Se lo que pretendes y no funcionará. 

-Shh-. Empecé a repartir besos en su espalda -Voy a decirte un par de cosas. Se que no debo, pero quiero que las sepas.

Seguí masturbándo su miembro mientras hablaba. 

-Tenía planes desde hace ya varios días,  por ello rechace la oferta de Meliodas.

Apreté su miembro y él soltó un gemido. -Mis padres están divorciados desde hace tiempo. Y no tienen la Mejor de las relaciones.

Hoy fue el cumpleaños de mi padre y me pidió ir. No podía faltar.  Gustaf me acompañó pero no pudo traerme a casa. Seguí moviendo mi mano de arriba abajo y viceversa. Mientras Ban liberaba el líquido preseminal. Y gemía fuertemente.

-Efectivamente el director de la universidad fue quien me trajo. Me a traído muchas veces y seguirá trayendome...- Soltó un gruñido más fuerte, sabía que no era por lo excitado que estaba.  Mis palabras le habían molestado -El me seguirá trayendo porque es mi padre. 

Esta vez jadeo, sabía que se debía tanto a la sorpresa como a su estado de excitación.

Dejé de hacer lo que hacía y me pase frente a él. Me agaché a su altura y comencé a lamer su miembro.  Me detuve un segundo y el se sentó al borde de la cama. Volví a lo que hacía anterior mente.  Volví a lamer su pene como si de una paleta se tratara. Una paleta realmente deliciosa y que me encantaba.  Odiaba y me encantaba este lado lujurioso.  Uno que no conocía hasta que Ban me lo mostró.  Ban tomó mi cabeza y empezó a marcar el ritmo al que lo quería.  Ambos seguimos hasta que el finalmente se corrió, quitándome antes para que me  tragara su líquido. 

-Sabes que hubiéramos evitado mi escena si me lo hubieras dicho antes. Qué  el director era tu padre. 

No respondí, en cambio me quité las bragas frente a él, sus ojos brillaron llenos de lujuria. Sonreí sin poder evitarlo.

Me subí a su cama de rodillas, apoye mis manos en sus hombros, y deje sus piernas en medio de las mías. Lo besé. El tomó mi cintura y pego mi cuerpo al suyo. Sentí su erecto miembro tocar repetidas veces mi entrada.  Descendí mis besos por sus mejillas y cuello, empecé a frotarme contra su entrada a lo que el respondió gimiendo y gruñendo.  Las caricias eran mutuas,  y finalmente. Al ver su intención de pasar a lo siguiente me aleje de él.

-¡Qué estás haciendo Jericho!

-Te estoy castigando- Ban frunció el seño. -Mi primera razón es por no confiar en mí y  la segunda por todas las veces que te pedí que no eyacularas en mi interior y lo hiciste. 

Me di la media vuelta y salí de la habitación. Al principio no era mi intención, yo también tenía deseos de hacerlo. Pero ya me debía muchas.

Cerré la puerta de mi habitación con seguro y arrastre mi buro para bloquear la puerta.  El no podría entrar. Y así cumpliría su castigo.

Me recosté en la cama tratando de disipar el calor que sentía.  También iba a arrepentirme de haber parado.  Pero no iba a volver a buscarlo para continuar.

COMPAÑEROS  (reto 30 días +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora