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_POV Martina_


—Hey, ¿por qué lloras? —dije viéndola en la cuna. La niña dejó de llorar al verme—. Ey, sí, vino la madrina loca luego de mucho tiempo —ella rió y la alcé—. Te extrañé, ¿sabes? —ella estornuda—. Salud —sonreí.

Fuimos a la cocina y ella le calentó un poco de leche a la niña.

—¿Has hablado con Nathen? —negué y me concentré en darle la mamadera a Emma—. ¿No piensas hablarle?

—Tengo miedo, ¿vale? —suspiré—. Tengo miedo de confesarle todo y que él me odie.

—Pero se lo vas a tener que decir, así te sentirás mejor contigo misma y te quitarás un peso de encima —dijo ella.

—¿Cuándo irás a Estados Unidos? —en unos días. Tengo una sesión de fotos —hice una mueca.

—¿O sea, que ya?...

—Sí —bufé—. Me esperan muchas cosas.

—Cómo se nota que te hace falta Shawn —dijo ella. Hice una mueca.

—¿Quieres que esta noche cocine yo? —pregunté, desviando el tema.

—Si te quedas a dormir —entreabrió sus ojos.

—Ok —ella aplaudió felizmente y Emma la imitó, lo que nos hizo reír.

(...)

Estoy en Los Ángeles y ando muy ocupada. No me siento bien, que digamos. Me duele muchísimo la cabeza y mi humor no es el mejor en este momento.

Grabé un videoclip para un artista y ahora me encuentro en una casa para una entrevista. Al fin y al cabo, en cinco minutos ya habíamos terminado la entrevista. No me gustaba, siempre son las mismas preguntas:

- ¿Qué pasó entre tú y Nathen?
- ¿Por qué no se casaron?
- ¿Cómo es tu relación hoy en día con Camila y Shawn?
- ¿Por qué dejaron de verse?

Y la nueva pregunta es:

- ¿Estás involucrada en su supuesta separación?

Magnífico, justo lo que me faltaba.

—Ven, vamos a una cafetería —dijo Alice.

—Sí, por favor. Necesito una taza de té —suspiré.

Entramos a su coche y nos dirigimos a la dichosa cafetería.

—¿Tienes algún síntoma? —preguntó Alice preocupada.

—No, solo estoy con dolor de cabeza —respondí.

—¿Qué tanto piensas? —preguntó ella.

—Nada —sonreí—. Es solo que estoy muy estresada, mil cosas por día tengo.

—Lo sé, cielo, y te entiendo. Si te sientes mal, solo avísame y lo posponemos.

—No, Alice, tranquila.

Ella sonrió y volvió a poner su vista en el camino. Desvié mi mirada y observaba por la ventanilla.

desconocidos ~ Shawn mendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora