_POV Martina_
- ¿Camila sale con Noah Centineo? -dijo Sofía asombrada.
- Al parecer -dije. -Me da penita por Shawn. -Suspiré. -Quiero que vuelvan.
- Sí, hacían una linda pareja.
- Voy a tener que alejarme de ellos. Así ellos puedan ser felices. -Se me acumularon las lágrimas.
- ¿Qué estás diciendo, estúpida? -dijo Sofía. -Que te alejes de ellos no hará que vuelvan.
- Hice tantas cosas malas -murmuré.
- ¿De qué estás hablando? -dijo ella. -¿Mar, qué pasa? -Negué.
- Es mejor dejarlos en paz, así todo vuelve a la normalidad.
- ¿Qué me ocultas? -dijo Sofía preocupada.
- Nada. Me iré a casa -dije, y agarré mis cosas. -Iré a ver a Ariana -dije, y fui al cuarto a verla.
Se veía tan inocente dormida. Su pecho subía y bajaba suave. Está tan calmada, sin nada que preocuparse.
- Te amo mucho, Ariana -susurré. -Que nunca te olvides de eso, pequeña -acaricié su esponjosa mejilla.- No cometas los mismos errores que tu madrina, ¿me oíste? Sé feliz. -Y una lágrima cayó por mi mejilla.
Le besé la cabecita y salí de ahí.
- ¿No quieres quedarte en casa? -Negué.
- Gracias, pero tengo cosas que hacer.
- Está bien -dijo ella. -Cuídate.
- Tú también -y la abracé muy fuerte.- Che, te dejé dinero depositado, por si precisas.
- ¿Más? Si acabas de dejarme menos de dos semanas -bufó. Reí.
- Cuídense, ambas -dije, y ella asintió.
Salí de su departamento y me dirigí a mi coche. Conduje por la carretera, dejando que las lágrimas cayeran. Me sentía muy triste, Shawn y Camila no volverían por mi estúpida culpa. Paré en un supermercado y me adentré en él. Fui a la parte de alcohol y agarré tres botellas de vino y una de tequila. Fui a la caja y pagué. Salí velozmente de allí y esta vez conduje hasta mi casa. Al llegar, estacioné y salí. Como pude, abrí la puerta de mi casa y la cerré detrás de mí.
-¿Papá? -dije, pero no oí respuesta.
Dejé mi bolso en el sillón y fui hasta la cocina, agarré una copa y luego fui a mi habitación. Puse la música a todo volumen y me puse a bailar arriba de la cama, sacando las malas energías de mí. Tomé una y más copas. Tenía ganas de desahogarme, así que empecé a escribir una carta. Otra, y otra copa más. Fui hasta la ventana de mi cuarto y vi cómo el cielo se iluminaba por la tormenta.
-Perdóname, cariño. Tú no tienes la culpa de nada. Lo que pasa es que soy una mierda de persona -murmuré y cerré las cortinas de mi habitación.
Espero que algún día alguien me perdone.
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desconocidos ~ Shawn mendes
Fanfiction2ª PARTE DE CONOCIÉNDOTE Ahora somos dos malditos extraños que se conocen profundamente. Somos desconocidos honrando un nombre que hace mucho tiempo perdió su significado. Pero aún te amo y decido quedarme, aunque si tú no lo haces... Entonces, recu...