Caminé por el pasillo, Ash se puso enfermo durante la noche y tuvo que quedarse en casa al cuidado de Joe, mientras que los demás tenían sus quehaceres aquí en el instituto. Cada cambio de clase Joe me informaba sobre el estado de Ash para así no tener que preocuparme por ello al no estar allí. Entré al aula de informática, me senté en mi lugar correspondiente y, al ver que Gally no había llegado todavía, procedí a encender el ordenador.
— ¿Hoy no ha venido Ash? —preguntó Gally haciendo que me sobresaltara.
— Mmm... No, está enfermo —respondí.
— ¿Crees que en la hora del almuerzo podríamos hablar? —lo miré frunciendo el ceño levemente y asentí despacio.
— Claro, avisaré a los chicos por mensaje —me dio una pequeña sonrisa tímida, a lo que yo sonreí.
[...]
Salí de mi clase, al terminar la hora de Informática Gally dijo que me esperaría en la puerta de mi siguiente clase, y así fue. Me acompañó hasta mi taquilla, donde guardé mis cosas y saqué una manzana y una botella de agua. Le escribí un mensaje tanto a ambos gemelos como a Sean y Josh informándoles de que no almorzaría con ellos hoy, después metí mi móvil en un bolsillo trasero del pantalón y seguí a Gally hasta la azotea del centro.
— ¿De qué quieres hablar? —me apoyé en el muro y comencé a comerme la manzana.
— Sé que tus hermanos no ven bien que te relaciones conmigo, sobre todo Ash. —Hizo una pausa, en la cual yo asentí —. Lo entiendo, porque he hecho muchas cosas malas de las que estoy realmente arrepentido, pero he cambiado. No soy el mismo que le robó la chica a Ash, pero él no me cree y sé que si se entera de que estoy enamorado de ti, me mataría. —Terminó de explicar, abrí mis ojos lo máximo que pude, estaba sorprendida, bastante sorprendida.
— Yo... No sé qué decirte, a ver, me gustas, pero no llegas a gustarme tanto como para ser más que amigos. A no ser que te esfuerces en cambiar eso —le reté con una pequeña sonrisa, él asintió sonriente.
[...]
Llegué a casa junto con los chicos, subí a mi habitación y dejé la mochila para después dirigirme a la de Ash. Me crucé con Joe, quien me informó de que Ash estaba dormido, era lo normal ya que al estar enfermo necesita descansar. Entré sin hacer ruido, sonreí al verlo tan tranquilo, me senté junto a él y acaricié su mejilla. Me levanté para irme a por algo de merendar, pero cuando estaba a punto de besar la mejilla de Ash se giró uniendo nuestros labios levemente. Mi cara se volvió roja, corrí a mi cuarto y comencé a pensar sobre lo ocurrido, el beso no era lo peor sino que me había gustado, y bastante. Acababa de besar a mi hermano, aunque no de sangre, me había gustado y solo lo sabía yo, pues él estaba dormido. Me puse ropa cómoda para estar en casa, bajé a la cocina y cogí el bote de yogur líquido de fresa y plátano, y me hice un sándwich de Nutella. No bajé a cenar, pues había merendado bastante tarde y no tenía apetito, así que decidí irme a dormir.
"Me desperté por unos golpes en la puerta de mi habitación, aún medio dormida caminé arrastrando los pies hasta ella y la abrí. Para mi sorpresa me encontré con un sonriente Ash, en una de sus manos llevaba un pañuelo, algo planeaba y me enteraría en unos momentos.
— ¿Qué necesitas, Ash? —pregunté medio dormida.
— Me gustaría jugar contigo a algo.
— ¿A estas horas?—Fruncí el ceño, a lo que él rio.
— Es el único momento en el que podremos tener algo de privacidad. —Respondió acercándose a mí con una sonrisa pícara y cierra la puerta tras de sí, quedando a pocos centímetros de distancia —. Venga, será divertido —susurró a escasos milímetros de mi cara, poco más y nos volvíamos a besar.
— ¿Qué juego es?—pregunté en un susurro.
— Equilibrio del beso.
— ¿Beso? Ash no deberíamos jugar a esto. —Empecé a caminar hacia mi cama de nuevo, pero él tiró de mi brazo y me pegó contra su cuerpo, tragué saliva sin molestarme en disimular.
— Hazme caso, te va a gustar, solo sigue mis indicaciones y confía en mí —asentí rendida, no conseguiría librarme ni de broma.
Cogió mi mano y me guio hasta el centro de la habitación, de mi estantería agarró un libro y lo colocó en mi cabeza. Después se puso detrás de mí y me vendó los ojos con el pañuelo, eso hizo que me tensara.
— Tranquila —sentí su aliento en mi cuello —, solo no dejes que el libro se caiga, ¿vale?
— V-Vale —tartamudeé.
Sentí cómo se alejó de mí, eso me relajó un poco, segundos después sentí cómo dejaba un camino de besos húmedos desde mi hombro hasta mi barbilla. Intenté concentrar toda mi atención en el libro que tenía sobre mi cabeza, pero entonces Ash siguió dejando besos hasta la comisura de mis labios y ahí paró, sin darme cuenta solté un pequeño quejido, lo que le hizo reír. Puso su mano en mi mejilla, haciendo que sintiera calor en esta, luego sentí el roce de nuestros labios, volvió a parar. Acercó su rostro a mi cuello, dejando pequeños mordiscos leves y algún que otro lametón. Cuando llegó a mi mandíbula de nuevo, hizo otro camino de besos hasta mis labios donde se detuvo a probarlos, los acarició con el pulgar y me hizo abrirlos un poco, obedecí. No podía describir cómo me sentía en ese momento, sentía un calor interior que nunca antes había sentido. De repente sentí sus labios sobre los míos, me estaba besando, mi corazón se aceleró, parecía que me iba a dar algo, le seguí el beso. El libro se cayó, pero continuamos besándonos, me cogió en brazos, se sentó en mi cama y me puso sobre él. Comenzó a quitarse la camiseta...
— Lía, oye, Lía —escuché que decían, pero no era la voz de Ash, todo comenzaba a volverse borroso, todo a mi alrededor iba desapareciendo."
Abrí los ojos sobresaltada, encontrándome con Joe algo preocupado, a sus espaldas pude distinguir la cabeza de Sean, el cual me miraba igual que Joe.
— Solo ha sido un sueño —susurré, aún sentía algo de calor en mí, fue bastante realista.
— ¿Te encuentras bien? —preguntó posando su mano en mi frente —. Estás ardiendo, debe de habértelo contagiado Ash —suspiró.
— Estoy bien, solo he tenido un sueño extraño —lo tranquilicé.
«Sí, Lía, un sueño extraño que te ha encendido.» Pensé.
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Mi vida entre chicos [CANCELADA]
Teen FictionTras un trágico accidente en el que Lía se queda huérfana, es adoptada por lo Powell, quienes ya poseen 2 hijos biológicos y 4 adoptados. Lía deberá adaptarse a su nueva vida y convivir con ellos, además de sobrellevar el instituto y todo lo que imp...