Penny

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- Mi viaje se ha acortado un poco- dijo Penny contestando a la pregunta de la morena.
- ¿No me podías avisar? Sabías que Arizona estaba aquí ¡tú me lo propusiste!- dijo Callie un poco enfadada.
- ¿Callie de verdad que no te has dado cuenta? No tenía ningún examen, no tenía ninguna prueba, ni siquiera me he ido de Nueva York- dijo Penny.
La morena se quedó a cuadros cuando esas palabras salieron de la boca de la pelirroja.
Mientras Arizona decidió ir con Sofia al piso de arriba, no quería que la pequeña les oyese gritar.
- ¿De qué va todo esto Penny?- dijo Callie intentando calmar su furia.
- Va de que he vivido engañada todos estos meses, de que he sido una ilusa pensando en que olvidarías a Arizona ¡incluso aveces me llamabas por su nombre! ¿Y yo que hacía? Nada. Seguía creyendo que me querías, pero he despertado. Sé que no me quieres, pero quería comprobar si eras capaz de decirmelo antes de besar a la rubia esa- dijo remarcando el "esa" con un tono desagradable.- Callie, al fin y al cabo te he hecho un favor- concluyó.
- Estas no eran las formas Penny, era mi decisión no la tuya- contestó.
Penny se acercó a ella y le acarició lentamente los brazos.
- Calliope, yo puedo darte todo lo que quieras, jamás te engañaría como hizo ella, yo te quiero de verdad- Penny se acercaba cada vez más hasta que Callie se soltó de su agarre.
- Penny no vayas por ahí, Arizona cometió un error, yo también he cometido muchos. Sé que eres una buena persona, y te tengo mucho aprecio y cariño, pero mi corazón es el que manda, y no se olvida de la rubia que está ahora mismo con buestra hija en la planta de arriba.
- Pero ella vive en Seattle y tu y Sofia en Nueva York, ¿qué piensas hacer, vas a volver a mudarte allí?- preguntat Penny.
- No lo sé, pero ese no es asunto tuyo Penny, deberías irte.- Le propuso educadamente.
- No, no me voy, todas mis cosas estan en esta casa, y tenemos una conversación pendiente. Me quedo.- dijo segura de sus palabras.
- Como quieras, pero no se te ocurra dirigirte de malas maneras a Arizona, si quieres duerme en la cama, pero yo dormiré en el sofá o en la habitación de invitados. Mañana por la mañana te vas.
- ¿Por qué tengo que irme yo?
- Porque esta casa la he pagado yo y está a mi nombre, creo que es obvio- respondió Callie- Penny, no quiero acabar esto mal, ahora ll hablamos, pero quiero hablarlo bien y que entiendas mis sentimientos.
- Está bien dijo Penny.

De pronto apareció Arizona por las escaleras con una pequeña maletita y con Sofia de la mano.
Callie se acercó a ella.
- ¿A dónde vas?- preguntó con miedo y a la vex expectante.
- Callie he reservado una noche en el hotel de al lado, me llevo a Sof, así Penny y tú podréis hablarlo todo bien.
- No es necesario que te vayas- dijo Callie.
- Si lo es- Susurró Penny, pero lo sudicientemente alto para que ambas lo oyesen.
Callie rodó los ojos en señal de cansancio por aquella situación tan incomoda.
- Mañana por la mañana volveremos después de desayunar ¿vale?- cualquier cosa que necesites llámame, estaremos a 3 minutos de aquí.
Finalmente Callie acabo aceptando y acompañó a Arizona y a Sof hasta la puerta.
- Luego hablamos- le dijo la morena antes de que se fuesen. Arizona asintió con la cabeza y se dió media vuelta.

Penny estaba sentada en el sofá, inquirta, no paraba de mover las piernas en señal de nerviosismo, a Callie le daba pena verla así, sabía que ella la quería pero no era mutuo.
Realmente la morena no veía a Penny capaz de haberse montado todo aquel viaje, pero lo había hecho y eso la desconcertó, la pelirroja no era una persona envidiosa ni una malvada sacada de una película de Disney.

- ¿Quieres algo?- le preguntó Callie sirviendose una copa de vino.
- Si, porfavor, una copa como la tuya- respondió un poco más calmada.
Seguidamente la morena se sentó a su lado para iniciar la conversación tan esperada.
- Penny, quiero que entiendas que yo nunca quise hacerte daño, de verdad que he sentido algo por ti, te he querido aunqur no lo creas, pero Arizona siempre está en mi corazón, es algo que no puedo evitar- dijo Callie intentando que Penny comprendiese lo que le pasaba.
- Me siento utilizada, nunca me has querido.
- Penny, mírame. ¿De verdad crees que he mentido? Me quedé a tu lado incluso cuando no me contaste que fuiste médico de Derek, me enfadé con Mer, ¡mi mejor amiga!, porque te trataba mal, me mudé contigo a Nueva York por tu beca... Penny, no te he engañado.
- El mudarte aquí fue una escapatoria para olvidarte de Arizona, no fue por mi.
- ¿Sabes qué? Igual tienes razón, igual fue una escapatoria, pero si fue así, lo hice totalmente de manera inconsciente, estaba confundida y, además, era muy incómodo veros a las dos juntas en el mismo lugar constantemente. También veía como Arizona miraba con cara de pena cuando tu estabas con Sofia, eso me hizo creer que igual ella no se había olvidado de mi, y sinceramente, yo me he dado cuenta de que tampoco he sido capaz de superarla, jamás lo haré, porque es el amor de mi vida, Penny, no puedo remediarlo.- Callie hablaba calmadamente mientras Penny asentía y de vez en cuando se reía de lo que ina diciendo.
- ¿De verdad crees que ella te quiere?- dijo de manera sarcástica- Vamos Callie, fue capaz de engañarte, te culpó de su accidente, se fue a Africa sin tenerte en cuenta. Te tiene como un juguete, para pasar el rato.
- No vuelvas a hablar así de ella. Es la segunda vez que te lo digo. Esto es entre tú y yo, ella no tiene nada que ver. Arizona tampoco decide lo que siento, solo yo, y la quiero, punto- Callie empezó a enfadarse, pero no quería que se le notase, al din y al cabo estaba dejando a Penny.
- Hablo así de ella porque es verdad, lo que ves es lo que hay, no te quiere- insistió.
- ¡He dicho que basta!- dijo Callie dando un golpe tan fuerte con su copa que la rompió en la mesa, cortándose la palma de la mano con ella.

Mientras Callie cogía una servilleta para limpiarse el corte, Penny intentó una vez más seducirla, se acercó a ella y buscó sus labios cuando ella estaba distraida. Cuando Callie notó los labios de la pelirroja en los suyos se apartó rápidamente.
- ¿Qué haces?- dijo enfadada.
- Vamos, no me digas que no te apetece- dijo Penny sacándose la camiseta.
- Para ya, esto no me hace gracia. He intentado terminar esto de la mejor manera posible, pero veo que es imposible. Haz el favor de ponerte la camiseta y márchate. No vas a dormir aquí. Mañana si quieres vienes a por tus cosas, pero ahora vete.

Callie prácticamente arrastró a su ex novia hasta la puerta de la entrada, mientras ella insistía en quedarse y le repetía que le diese otra oportunidad, que ella le haría más feliz que "la coja esa", refiriéndose a Arizona.

Cuando por fin Callie logró deshacerse de Penny se sentó exhausta en el sofá y empezó a llorar desesperadamente. Aquella situación le había molestado mucho, que hablasen mal de Arizona le dolía y además, no sabía que iban a hacer, viviendo cada una en una ciudad a 5 horas y media en avión.
Cuando logró calmarse llamó a Arizona y le contó que las cosas no habían salido como planeaba.
La rubia decidió volver a casa con Sofia, la cual estaba lo suficientemente dormida como para meterse en casa sin ni siquiera darse cuenta del trayecto. Y así fue, llegaron y Callie acostó a Sofia mientras Arizona le preparaba una tila.
Una vez la pequeña estuvo acostada, la morena bajó y se sentó en el sofá. Un minuto más tarde Arizona se sentó a su lado tendiéndole la tila y dejó que Callie se recostara en su hombro.
La rubia acarició la cara de Callie hasta que se durmió, o eso creía cuando habló
- ¿Cómo vamos a hacer esto?- preguntó.
- ¿El qué?- dijo Arizona sin censar sus caricias.
- Seattle, Nueva York...
- No pienses en eso ahora, mañana lo hablamos ¿te parece?- le propuso Arizona, la cual también sufría con ese tema.

Aquella noche ni siquiera se molestaron en subir a la habitación, se quedaron dormidas en el sofá, una encima de la otra, sin nadie que les molestase.

Después de ti - CalzonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora