Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ IV: Hᴇʀᴍᴀɴᴏs ᴍᴏʟᴇsᴛᴏs

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Él alfa peliazul ya estaba en su auto de caminó al estudio, el día anterior había faltado y estaba dispuesto a recuperar esas valiosas horas de producción musical que ya había perdido por culpa de los Yoo.

—Ah... Yoo Beomgyu— él alfa soltó un suspiro mientras detenía su auto por causa de una luz roja en el semáforo.

La noche anterior después de que él pequeño omega se fue de su departamento, se quedó un rato más en el balcón mirando el cielo y de vez en cuando echaba un vistazo a la ventana del omega rubio mientras se repetía mentalmente las palabras que había dicho “Desde aquí fácilmente podría ser espiado, ¿no cree? Incluso sería aún más fácil con binoculares” Y Yeonjun se fue a dormir con ese pensamiento en su mente.

—Bien tu ganas— habló a su alfa— compraré esos binoculares más tarde— y así pudo calmar a su alfa que estaba inquieto.

•••

—¡Yeonjun!— Wooyoung le saludó cuando vió que él peliazul entraba al edificio.

Paró el elevador y Yeonjun corrió hasta él para alcanzarlo. Wooyoung tecleo el número del piso al que iban y las puertas se cerraron.

—¿Cómo te fue ayer con Beomgyu?— preguntó el de cabello negro.

—Solo comimos un poco de la tarta que trajo y vimos el atardecer y, solo eso.

—Solo eso... ¿nada más?— preguntó con una ceja alzada y Yeonjun negó con la cabeza— amigo, era un omega, solo en tu departamento, llevándote comida hecha por él, ¿y no pasó nada?

—Wooyoung te lo dije, él tiene un alfa y...

—No ví ninguna marca en su cuello.

Ambos bajaron del elevador y caminaron hacia sus respectivas oficinas quedando de acuerdo para comer. Yeonjun entró a su estudio-oficina y notó que había una presencia muy peculiar.

—¡Por fin llegas! Llevó casi diez minutos esperando por ti, ¿la edad te esta volviendo lento, hyung?— dijo él fornido y castaño alfa sentando en su silla acolchonada.

—¿Soobin? Oh no, dime que no estas aquí por lo que creo que estas aquí— dijo preocupado él mayor.

—Así es, tu hermanito oficialmente esta inscrito en la universidad.— y esa noticia causó un ligero mareo en él peliazul.

Kim Soobin era su medio hermano, después -mucho después- de la muerte de su papá, su mamá volvió a sonreír cuando por casualidades del destino se encontró con él señor Kim, un alfa alto, moreno, fuerte y sobre todo protector. Luego de mantener una relación vino el nacimiento de Soobin, todo era nuevo para Yeonjun, incluso tenía que compartir sus cosas, y lo más importante, Yeonjun no quería compartir a ninguno de sus padres.

Soobin y Yeonjun eran muy diferentes. Demasiado. Soobin era un alfa valiente, protector, con un increíble cuerpo trabajado y con una personalidad divertida, siempre había omegas detrás de él, día y noche.
Yeonjun era un poco más tímido, con cuerpo delgado, piel blanca y suave, personalidad calmada y sobre todo, nunca tenía omegas detrás de él.

—¿No te alegra que por fin estaremos juntos de nuevo?— su hermano menor con aspecto de conejo se acercó a él y lo abrazó, haciendo aún más notoria la diferencia de tamaños.

—¿Ya es un hecho?— dijo él pálido cuando Soo deshizo el abrazó.

—Ya es un hecho comenzaré en agosto, ¿no es genial? ¡será como en los viejos tiempos! Yeonjun y Soobin continúan con sus aventuras.

Un Omega para YeonJun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora