Un Omega para YeonJun

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ XII: Mᴇᴊɪʟʟᴀs ᴄᴇʀᴇᴢᴀs

San había aceptado gustoso la invitación de Wooyoung al departamento de Yeonjun, el omega prometió preparar el filete más jugoso que jamás habían probado alguno de los dos.

-¿Eso dijo Yeonjun?- preguntó San a Wooyoung cuando éste último exagero en demasía el pequeño relato que Yeonjun le había compartido.

-¡Incluso sus mejillas parecían un par de cerezas!- en eso último no mintió.

-¡Dime que le tomaste foto, Jung Wooyoung!- exigió el omega castaño.

-Lo siento, bebé. No lo hice ¡Pero cuando lo mires no dudes en mencionar a...

-¿Amor?- dijo San a través de la línea.

-Sí, San. También te amo, debo irme- uso su voz formal de repente.

-¿Yeonjun entró a tu oficina?- dedujo- dale mis saludos ¡Y dile que no olvide llamar a su portero para avisar que iré!- y con eso término su llamada.

-Así que...- Yeonjun lo veía con sus pequeños ojos entrecerrados- ¿Un par de cerezas, Wooyoung?- comenzó a acercarse al alfa a paso lento, como una pantera a su presa.

-Yeonjun, tranquilo- Wooyoung mostró las palmas de sus manos al peliazul como signo de paz- sabes como es San, le gustan que le hable bonito. No es como que yo piense que tus mejillas parecen cerezas, eso sería admitir que eres bonito y-

-¡Para! Ni se te ocurra decirlo en voz alta!- apuntó a Wooyoung con el dedo índice de su mano derecha.

-¡Bien!- se dejó caer en su silla acolchada y Yeonjun se sentó en una atrás de su escritorio quedando frente a frente.

-Sólo... Uh, vengo a pedir un consejo- admitió avergonzado.

-Te escucho...

-Yo... digamos que nunca he tenido uhm salido o tenido algún contacto con un omega por algún tiempo- comenzó.

-Sí, veintisiete años- bromeó y se ganó un bufido de Yeonjun.

-Sabes a lo que me refiero, Wooyoung- respondió con tono más desanimado.

-Sí, sí, tienes nulo conocimiento sobre omegas, te daré una lección rápida sobre como llevarte a omegas a la cama- le guiño.

-Me encantaría, y apuesto que a San también le gustaría escucharla.

-Aburrido~- soltó el más alto- pero en serio, si no lo tratas bien, se irá. Así de simple- se cruzó de brazos.

-Pero, él... ugh él, me hace sentir nervioso, pero también seguro y-

-Te sientes como un cachorro ¿no es así? - soltó un suspiro enamorado.

-Sí, y él es como ¡Es tan tierno! Que me dan ganas de llorar, Woo- dejo caer su cabeza sobre el escritorio del otro.

-Tienes suerte, nunca había imaginado que alguien como él se fijaría en ti, con todo respeto.

-Tampoco yo, es como un sueño... o una broma- alzó su cabeza y miro fijamente a su amigo- ¿qué si es una broma de mal gusto?- la paranoia se apoderaba de él.

-¡No digas eso! Él es encantador, algo debió llamar su atención, dime ¿qué fue lo primero que hiciste cuando se conocieron?

-Pregunté si necesitaba ayuda con sus bolsas de compras...

-¡Ahí lo tienes! Le gusta que seas amable y atento.

-Entonces... tengo que ser atento y amable todo el tiempo ¡Pan comido!- una sonrisa se colo en sus labios mostrando sus encías.