Los pasos recorrieron pocos metros en el interior de autobús antes de descargar de mala gana un peso pesado en el suelo.
Ella se asusto por el sonido, tapándose la boca para no emitir sonido alguno. Notaba la rabia en ese desconocido y el miedo empezó a calarle la piel. Sus pasos golpearon un par de cajas mientras gruñía molesto antes de salir y cerrar la puerta con fuera. Tras unos minutos sin volver a verle regresar, pudo intuir que se había marchado por el momento. Pero, ¿Volvería?
¿Quién era, qué hacía ahí y que buscaba?
No le había transmitido buenas vibraciones, así que solo esperaba que no volviese a pasarse por ahí.
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“Buenos días.” Le dijo Shinichi dijo a su madre al encontrársela extrañamente pronto en la cocina.
“Buenos días.” Contestó Yukiko entremedio de un bostezo.
“¿Qué haces despierta tan temprano?” Le preguntó extrañado su hijo. Apenas eran casi las cinco de la mañana.
“¿Y tú me lo preguntas?” Le preguntó ella de vuelta. “¿Es obvio, no? Vas a volver a irte a clase pronto, ¿verdad?” Le preguntó sirviéndole el desayuno.
“Si…” Dijo rascándose la nuca. Su madre le conocía demasiado bien.
Desayunaron madre e hijo mientras conversaban tranquilamente entre bostezos y risas, acompañados de un café cargado.
“Shin…¿Puedo hacerte una pregunta?” Preguntó Yukiko.
“Claro” Contestó él mientras devoraba su plato.
“¿Con quien te reúnes y que haces a estas horas?” Le preguntó sin entender nada a la vez que entrecerraba los ojos para estudiar su respuesta.
Él se puso incómodo ante su pregunta. “Es confidencial, mamá.” Se excusó sonrojado, quitándole importancia y continuando desayunando despreocupadamente para que su madre no siguiese indagando.
Yukiko entrecerró los ojos. “¿No estarás haciendo nada de lo que pueda preocuparme, verdad?”
Kudo tragó la comida lentamente.
“Tranquila mamá.” Contestó lo más tranquilo que pudo, esbozándole una sonrisa tranquilizadora.“Ahá…” Contestó no muy convencida.
Acabaron de desayunar sin volver a sacar el tema y Kudo se cambió de ropa y lavó los dientes antes de dirigirse a la entrada de su casa.
“¡Me voy!” Dijo abriendo la puerta tras ponerse el abrigo.
“Un momento.” Le frenó su madre por detrás. “Desayunando tan pronto, seguro que te entra hambre antes de la comida.” Le dijo entregándole otro desayuno y guiñándole un ojo.
“Gracias, mamá.” Le contestó aceptándolo con una sonrisa justo antes de marcharse.
“¡Ten cuidado!” Se despidió con cariño.
Fuera de su casa, aún predominaba la oscuridad. El viento golpeaba con fuerza a esas horas de la mañana así que se dirigió rápidamente hacia dónde había escondido a Shiho y cómo siempre, tocó la puerta tres veces antes de pasar al interior.
Toc toc toc
“Buenos días Shiho.” Le saludó suavemente con una sonrisa.
Ella pareció sorprenderse al verle, pero quitó su expresión preocupada de su rostro y le sonrío amablemente. “Buenos días Kudo.”
“Toma, el desayuno.” Le dijo ofreciéndole una fiambrera, que aún desprendía un poco de calor.
“¿Eso no es para ti?” Le preguntó extrañada.
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Bajo la nieve
FanficUn caso sucedido en el Instituto Teitan diez años atrás, amenaza con volver aparecer para acabar con la tranquilidad de la ciudad. Shinichi, que en ese entonces le dio muy poca importancia, encuentra motivos más que suficientes cómo para querer camb...