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-Pasa. Ahora no puedes decir que mi habitación está desordenada.
-Tienes razón... ¿Cuándo ordenaste?
-Anoche.
-¿No tuviste tareas? -Entré a la habitación y me senté en su cama.
-No, ayer después de que te fuiste ordené.
-Ahh por eso querías que viniera a dormir.
-Me descubriste.
-Bueno, entonces me voy.
-¿Puedes dejar de manipularme?

Me reí, se sentó a mi lado... Normalmente nos sentamos a hablar y ya, sólo eso todos los días, horas y horas hablando.

-¿Sabes qué me dijo mi mamá?
-¿Qué?
-Que compre tu chocolate favorito, ya que te la pasas aquí.
-Qué vergüenza.
-No, significa que le agradas, nunca compra chocolate.
-Eso es bueno.
-Sí.
-Mi mamá también está encantada contigo, todos los días me habla del "buen ejemplo" que puedes darme.
-Si ni siquiera piensas que soy un ejemplo, tu mamá no sabe que me ves mal.
-Claro que no... Eres un buen chico, pero no quiero ser como tú.
-¿Por qué?
-Porque... No sé, es que no es el tipo de persona que quiero ser.
-Debe ser porque me ves de otra forma.
-¿A qué te refieres?
-Ya sabes.
-Sé directo.
-Más bien me ves atractivo que ejemplar. ¿Me equivoco?
-¡Te equivocas! Estás muuuuy equivocado.
-Oye, vamos a la terraza.
-B-bien...

Nos levantamos y salimos al pasillo, sus hermanos estaban bajando las escaleras de la terraza, nos miran raro cada vez que estamos juntos... Me molesta.

Subimos las escaleras, abrimos la puerta y salimos a la terraza. Había poca luz, de hecho no se veía mucho.

Yasuhiro se sentó en el suelo, lo imité, se acercó un poco, estábamos viéndonos de tan cerca... Mi corazón latía muy fuerte.

-Hoy en el colegio te vi jugando basket.
-S-sí, estuve jugando en la hora libre, uno de los profes... -Miró mis labios. -Uno de los profesores faltó...
-Ahh, sí, también tuve la primera hora libre. -Empezó a reír.
-¿Qué?
-¿Estás nervioso?
-Eso quieres, pero no.
-¿Quién dijo que quiero eso?

Siempre lo mismo... Aún así me gusta nuestra relación, sin querer tenemos una relación distinta a una amistad y ni siquiera nos habíamos dado cuenta.

Tocó mi rodilla, miré su mano, evitó mi mirada mirando al cielo. Me moví más cerca a él, me miró sorprendido.

-¡Te acercaste! Vaya...
-Deja de burlarte.
-Sólo me sorprendí, no dije nada malo.

El Hijo De Tu Amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora