1.6K 167 13
                                    

Me encontraba en la cama de Yasuhiro, él había ido a buscar algo para comer.

Me acosté boca abajo olfateando su almohada, huele tan bien... La puerta se abrió, Yasuhiro entró con un plato en una mano y una botella de agua en la otra. Dejó todo sobre su escritorio y se acostó a mi lado, me giré.

-¿Por qué te acuestas así en mi cama?
-¿Qué tiene?
-Que es peligroso.
-¿Por qué? ¿Es que no sabes controlarte? -Bromeé.
-No, no sé controlarme.

Lo miré, parecía muy serio, no era broma... Tocó mi hombro, mi respiración era notablemente más agitada de lo normal.

-Ha pasado mucho tiempo desde que somos cercanos.
-"Cercanos". -Repliqué.
-¿Qué quieres que diga? No somos amigos ni nada.
-¿Entonces qué somos?
-¿Qué quieres que seamos?
-Nada. -Dije, orgulloso como yo mismo.
-Pero...
-¡Ya, cambiemos de tema! Suficiente cursilería por hoy. Quita tu mano. -Lo siento, actuo raro por los nervios.
-Y luego tienes cara para decirme que no eres inmaduro.

------------------------------------------------------
Era sábado, estaba apunto de salir de casa. Fui a la cocina para hablar con mamá, todo estaba normal.

-Ma, me voy.
-Regresa antes de las ocho.
-Bueeeno.
-¿Qué?
-¿No es muy temprano? Voy con Yasuhiro al cine, no es un extraño.
-Bien, a las nueve.

Mamá se llevó la mano a los ojos. Estaba pálida, me quedé viéndola. Apoyó su otra mano en el mesón de la cocina.

-¿Estás bien, mamá?
-Estoy mareada.
-Siéntate, ven.

Cuando me acerqué cayó al suelo. Después de eso todo sucedió tan rápido que sin darme cuenta mis hermanos, papá y yo estábamos llevando a mamá al hospital. Estábamos esperando que nos dijeran qué le pasaba, pero aún no nos daban noticias.

Salí al estacionamiento a tomar aire, de repente vi a Yasuhiro caminando hacia mí, se acercó y me abrazó, lo abracé con fuerza.

-¿Te sientes bien? Luces terrible.
-Estoy bien...

Acarició mi cabello y mi cuello, tomó mi mejilla y me besó... Aunque me sentía tan mal por mamá no pude evitar ponerme nervioso, me sentía terrible y a la vez tan feliz. ¡Te odio, chico perfecto! Odio cuando no sé cómo sentirme. Me abrazó con fuerza escondiendo su cabeza en mi cuello... Parecía que él se sentía peor que yo.

-¿Q-qué pasa?
-Me preocupo por ti.
-No me pasa nada.
-Tu cara no dice lo mismo.
-¡Mamá está embarazada! -Era la voz de mi hermana.

Lo empujé y miré a mi hermana, no había logrado captar el mensaje, me quedé viéndola, ella sonrió.

-¡Vamos a tener un hermanito! Bueno, tal vez niña, no se sabe aún. Tiene cuatro meses, es por eso que mamá se veía un poco gordita.
-¿Es en serio? -Pregunté.
-Ahg, ven, ya nos vamos a casa.

Mi hermana tomó mi mano, tomé el brazo de Yasuhiro cuando mi hermana empezó a tirar de mí.

Fuimos hasta el auto, estaba la familia de Yasuhiro, la mía y mamá... Qué alivio, mamá me sonrió, la abracé.

-Qué susto nos diste, ma.
-¿Dónde estabas? Me preocupé cuando no te vi.
-Eh... Salí a tomar aire y llegó Yasuhiro, nos quedamos un rato cerca de acá.
-Supongo que tu hermana ya te dijo la noticia.
-¡Sí! Felicidades... Casi no me lo creo.
-Bueno, me alegro que no les preocupe tener un hermano más.
-Ay, mami. -Se quejó mi hermana.

Me giré, Yasuhiro estaba mirándome... Lo miré sin decir nada, sin mover un músculo, sólo parpadeos... Me llamo con su cabeza, dude en si debía ir o no, pero obviamente fui, es que él me encanta, es imposible no ir.

Caminamos unos diez pasos lejos de nuestras familias, se acercó mucho, parecía que quería hablarme de algo. Traté de no mirarlo a la cara, me sentía más nervioso de lo normal.

-Tu hermana me estaba mirando raro.
-Le caes mal.
-Ya sé.
-¿Eso querías decirme?
-No... No sólo eso.
-¿Qué?
-Lo siento por lo de antes...
-Ah, sí, no importa.
-Pudieron vernos.
-Ya te dije que no importa...
-¿No vas a enojarte?
-Si sigues hablando sobre eso sí.
-¿Tanto te molestó?
-No...
-¿Te gustó?
-¡No!

Sonrió, miró hacia donde estaban todos, luego me miró, tomó mis manos y se acercó a mi cara.

-Me gustaría tanto que alguna vez me digas que te gusto...
-¿P-por qué diría una mentira tan grande?
-¿Quieres dormir en mi casa?
-¡No!
-¿Por qué?
-Veo tus negras intenciones.
-¿Qué intenciomes? Ahora no confías en mí...
-Estás en lo cierto.

El Hijo De Tu Amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora