Fate:La guerra del grial de emiya

capitulo 11: Saber 2

                                 Saber 2

"No te sientas mal", le dije. "Pasé la mayor parte de mi primera pelea en una zanja en un cementerio". Una sonrisa se apoderó de mí, mientras volvían los recuerdos nostálgicos de la juventud. "Entonces explotó".

Regresamos de la patrulla, lo que, aparte del único encuentro, resultó ser aburrido. Eran las primeras etapas de la guerra, por lo que tenía sentido que pocos maestros estuvieran a punto. Sin embargo, la actuación de Shirou en el asunto le puso un estado de ánimo oscuro. Había fallado en su primera pelea contra uno de los familiares de Caster. Todo terminó en un instante y no pudo hacer nada al respecto. Así que traté de animarlo lo que pude.

"¿Que pasó?" preguntó.

Me detuve para recoger mis pensamientos. Por una vez parecía que no tenía nada que decir. Pero la melancolía desapareció tan pronto como llegó. Traté de expresar los eventos de una manera sin revelar demasiados spoilers. "Mi esposa y yo fuimos atrapados en una lucha contra un enemigo conocido. Fue este monstruo incontrolable que destruyó todo lo que estaba a la vista. Lo llevamos al cementerio para alejarlo de los vecindarios civiles. Intenté lo que pude, pero mi compañero terminó haciendo todo el trabajo ".

El asintió. La historia resuena con él. La emoción que sintió fue la misma que sentí ese día. Uno de impotencia frente a probabilidades abrumadoras, deseando poder hacer algo, cualquier cosa en contra. "¿Que pasó?" preguntó.

El recuerdo de Archer me encontró. Por alguna razón, me pareció divertido que él fuera la misma persona. Solté una risa estruendosa. "El compañero de mi esposa voló el cementerio. El gilipollas terminó traicionándonos más tarde y nos metimos en una desagradable pelea por eso, pero creo que todo salió bien". Le di una sonrisa masiva. El comportamiento de Shirou se relajó.

"¿Dónde aprendiste a pelear?"

"Mi compañero me entrenó", le dije. "Ella literalmente me aplicó las lecciones. Mi esposa me enseñó magia".

"¿Ella?" preguntó, pero me di cuenta de que era la segunda declaración lo que atraía su interés.

"Niña rubia de Inglaterra. Enérgica en persona, pero mortal en los negocios", dije, y me detuve cuando noté la expresión en su rostro. "Para responder a tu próxima pregunta, soy un mago, aunque pobre".

Dejé que el pensamiento se hundiera un poco mientras continuamos nuestra caminata. Las calles vacías del barrio estaban en paz. Solo el parpadeo aleatorio de las luces de la calle gastadas hizo mención de que algo andaba mal en el lugar. Se sentía tranquilo, como debería ser. Shirou condujo el camino a casa en silencio tratando de reunir el coraje para hacer la siguiente pregunta.

Sabía lo que quería preguntarme. Cualquier otro maestro habría exigido saber acerca de mi magia y otras habilidades. Sería invaluable en la guerra, y mucho más importante que la trivial demanda que ambos realmente queríamos. Sabía quién era, y su pregunta no me sorprendió en absoluto. "¿Me enseñarás cómo pelear?" preguntó.

"Claro", dije sin dudarlo.