Fate:La guerra del grial de emiya

interludio 45: Interludio 6

                          Interludio 6 

"¡Papá, quiero comer en eso!"

Abby se balanceó sobre sus piernas con entusiasmo, Malcolm se aferró a su mano por su querida vida y señaló un restaurante familiar.

Había pasado un tiempo desde que la casa Tohsaka había comido por última vez. Siempre había preferido cocinar para todos, un hábito que nunca pude y nunca tuve la intención de romper, pero entre mi trabajo con PISCES y la cátedra de Rin en la Torre del Reloj, a menudo nos vimos obligados a confiar en la benevolencia del personal cuidadoso de Luvia. más a menudo que no. Y entre mi adicción personal a la cocina y la ayuda externa, nunca encontramos mucha necesidad u oportunidad de comer fuera, sin mencionar nuestra aversión personal por la paleta británica.

"Tu madre todavía tiene negocios con el Supervisor de la Iglesia, así que no veo por qué no podemos parar aquí para comer algo. Recuerda, sin embargo, nos quedaremos en la casa de mi infancia y Fuji-nee cenará con nosotros. . Así que no pidas nada demasiado pesado ".

Los dos asintieron con su consentimiento y dispararon hacia el restaurante, las coletas de Abby se agitaban salvajemente.

Peiné hacia atrás el cabello peludo y pelirrojo mientras los seguía, el letrero colgaba con orgullo sobre la entrada a la vista.

Parpadeé ante las letras rojas y blancas y el logotipo blanco de la cuchara y el tenedor, reconociéndolo por recuerdos olvidados. Si recordaba correctamente, era una cadena de restaurantes que era muy popular antes de irme con Rin a la Torre del Reloj.

Entonces, ¿todavía estaban por aquí?

Abby y Malcolm sonrieron cuando entramos por la puerta, un timbre anunciando nuestra entrada, y el personal del piso nos recibió enérgicamente en el restaurante.

"Mesa para tres, para no fumadores, por favor", le dije a un empleado de cabello castaño que estaba parado frente a la caja registradora.

"Mesa de tres, para no fumadores. Sí, de esta manera, señor!" Dijo el camarero mientras nos llevaba a nuestra mesa, una cabina junto a una ventana que daba a la calle.

Abby y Malcolm se acomodaron en sus asientos con un pomo y al instante comenzaron a hojear el menú para niños, los ojos marrones dorados y azules penetrantes escudriñaban intensamente las imágenes de los elementos del menú.

"¿Quieres algo de beber?" Preguntó el camarero.

"Solo tomaré té verde por favor", le dije.

"¿Y para el joven señor y señorita?"

"¡Yo también quiero té verde!" Abby dijo de inmediato.

"¡Mismo!" Malcolm dijo.

"Dios mío, tienen gustos muy maduros para su edad". El camarero dijo.

"¡Quiero ser como papá y mamá!" Abby dijo, sus manos disparando al aire ante su declaración.

Malcolm asintió vigorosamente en apoyo.

"¡Muy lindo!" Dijo el camarero, su rostro era una visión de satisfacción, antes de excusarse mientras iba a buscar nuestras bebidas.