Fate:La guerra del grial de emiya

capitulo 39: Archer 5

                               Archer 5

La cena en la residencia Emiya fue un asunto tranquilo.

Estaba.

"¿POR QUÉ ESTÁ TOHSAKA AQUÍ?" Taiga estaba de pie sobre la mesa, sus dedos apuntaban a Rin.

Me paré en la esquina de mi cuerpo espiritual. Tanto para conservar el prana como para evitar la detección. No tenía sentido que comiera. Los espíritus heroicos no necesitan comida para sobrevivir. Sin embargo, a pesar de esto, Saber estaba parado en la cocina friendo salmón.

"Eso es porque ahora vivo aquí, Fujimura-sensei". Rin se sentó en su asiento en el centro de la mesa y pronunció sus líneas sin traicionar la emoción.

Taiga hizo una pausa por un segundo, levantó la mano y luego la dejó caer. Se giró y golpeó su pie, sumida en sus pensamientos. Su rostro cambió entre cinco expresiones diferentes antes de detenerse. Resuelta, se volvió hacia Rin, tranquila y serena.

"¡ESO ES AUN PEOR!" ella rugió. A pesar de odiar el sobrenombre de Tigre, estaba a la altura de la imagen que pintaba de ella. Casi perdí sus travesuras como mi guardián irresponsable. Sus reacciones lentas a cualquier revelación me trajeron diversión en retrospectiva.

"Bueno ... uhm, Fuji-nee, ya ves-" Emiya Shirou buscó a tientas.

Rin tocó la mesa para detenerlo.

"Por favor, Emiya-kun, este es mi problema. Déjame explicarte la situación yo mismo".

Taiga hizo una pausa, su boca fruncida. Ella se sentó intercambiando miradas entre Rin y Sakura.

"Mi casa fue destruida por la explosión de la línea de gas anoche", dijo Rin. "Shirou tuvo la amabilidad de dejarme quedar aquí hasta que pueda encontrar una solución más permanente". Ella hizo un cuento de su pérdida. Todo se había ido ahora, y todo lo que le quedaba en el mundo era el colgante de su padre. Era la verdad, menos un detalle crucial.

Taiga se reclinó en su asiento. Las lágrimas brotaron de sus ojos antes de brotar de su rostro. "Por supuesto, no esperaría menos de Shirou".

"No es gran cosa, Fuji-nee", dijo Shirou, "solo ayuda a un amigo".

Sakura se removió en la esquina de su mesa, apartando la vista de la conmoción. "Um", dijo, "Tohsaka-san, ¿cuánto tiempo te quedarás aquí?"

"Quizás unos días". Rin tenía una sonrisa triste. Ella solo miró a Sakura por un segundo antes de darse la vuelta. Un silencio se calmó entre las dos chicas.

"¡No!" Taiga golpeó sus manos sobre la mesa ajena al subtexto. "¡Puedes quedarte todo el tiempo que quieras! Esta es tu casa tanto como la mía".

Saber se echó a reír desde la cocina. Llevaba bandejas de arroz y pescado a la mesa. La siempre presente imagen de desconcierto pegada a su rostro.

"Saber-san, te asegurarás de que no ocurra nada inapropiado bajo tu cuidado, ¿verdad?" Dijo Taiga.

"¿Q-qué quieres decir, Sensei?" Sakura se sonrojó. Ella bajó la cabeza y se miró las manos.

"No se preocupe", dijo Saber, "no ocurrirá nada inapropiado en la casa".

Taiga asintió con la cabeza.