Fate:La guerra del grial de emiya

capitulo 17: Rider 3

                           Rider 3

"¡Ven aquí pequeña perra!"

Shinji la obligó a bajar a la cama. La mirada de lujuria en su rostro solo venció con rabia. Él agarró su parte superior, y en un movimiento rápido la rasgó por las costuras. El aguijón de la derrota estaba fresco en su mente y Shinji lo eliminó ante la única cosa incapaz de contraatacar.

"¡Detente!" Gritó Sakura, agarrando los restos destrozados en vano.

Mi sangre hirvió. La visión de la mansión ardiendo ante mis ojos volvió a la vanguardia. Prana surgió de mis brazos mientras los sostenía. Quería golpear al bastardo. Estrangular la fuerza vital de su propio cuerpo. Divide las rodillas por la mitad y separa cada vértebra de la columna.

"Por favor", volvió a llorar, "no puede ... no puede verme así".

Shinji la abofeteó en la cara. "¿Crees que él incluso quiere verte?" La sostuvo hacia abajo, con la palma sobre su cara. Una sonrisa sádica que se extiende de mejilla a mejilla.

"Detente", dijo, antes de que dejara de resistirse.

"¡Jajajaja!" Él rió. "¡Como se esperaba de una puta como tú!" Se volvió hacia mí, ajeno a mi ira. "Rider", dijo, "¿te gustaría un turno? Incluso te dejaré ir primero".

Eso fue todo. Estoy en mi límite A la mierda los hechizos de comando. Me abalancé sobre él, el fuego ardía en mi alma. Espadas, cientos de ellas, miles de ellas brillaron ante mis ojos. ¿Qué causará más dolor? ¿Qué sacará más de su muerte? Un tanto corto llegó a mis manos. Perfecto para destripar.

El tiempo se detuvo por un instante mientras me acercaba a una pulgada de él. La mandíbula de Shinji cayó. Su cabeza se echó hacia atrás y sus ojos se abrieron en estado de shock. Pequeñas gotas de sudor le caían por la frente. Sus brazos se movieron por reflejo, alcanzando el libro. Demasiado lento. No tendría tiempo de sacar el Libro del Falso Asistente. No tendría tiempo para defenderse. No tendría tiempo para lastimarla. Era mi-

MIERDA.

La hoja se detuvo en seco, una pared impenetrable a centímetros de su intestino. Mis manos temblaron, el apretón tan fuerte que los vasos sanguíneos en mi brazo explotaron. Los hechizos de comando todavía estaban vigentes. Aprieto los dientes, tratando de desafiarlos. ¡Con toda mi ira empujé! Puse mi hombro en él! Empujé con mis piernas! Empujé con mi alma! Mi corazón latía contra mi pecho como un martillo neumático. La sangre corría por mis venas como papel de lija.

"¡AGGGGHHHHHHHHHHHHHHH!" Grité. ¡SÓLO UNA PULGADA MÁS! ¡SÓLO UNA PULGADA MÁS! ¡SÓLO UNA PULGADA MÁS! LLORÉ.

La sangre corría por mi cara. Diluido por las lágrimas, una neblina roja distorsionó mi visión. Solo una ... más ... pulgada.

Shinji retrocedió, la comprensión cayó sobre él. Su mandíbula se levantó, volviendo a entrar en contacto con el resto de su cráneo. Sus labios se estiraron hacia arriba, comenzando a curvarse. En sus ojos, pude verlo. El miedo se había ido. En cambio, reemplazado por la falsa impresión de su propia invencibilidad. Fallé. El tanto desapareció nuevamente en el éter cuando caí de rodillas. Agaché la cabeza avergonzada.

"La amas, ¿no?" Shinji habló en un raro momento de perspicacia. Él se rió entre dientes, con un pequeño tono humorístico en su voz. Se hizo más fuerte, los ruidos staccato se fusionaron en un sonido continuo. Se rió vicariamente para que el mundo lo oyera. Su garganta se rascó cuando forzó el aire a salir de su boca, y su estómago se sacudió al verme. Solo se detuvo cuando se quedó sin aliento.

"Rider ..." Sakura giró la cabeza para mirarme. Sus ojos morados me mataron. Por un momento parecen muertos, resignados a su destino, pero luego lo vi. Un pequeño tinte de esperanza en los confines de su alma. Fue enterrado, olvidado hace mucho tiempo. En algún lugar allí, ella me reconoció. Y solo duele aún más.

"Lo siento", murmuré. Tomé la decisión equivocada. No debería haber ... No debería haber ...

"Te gusta lo que ves, ¿no?" Shinji la obligó a levantarse, los brazos de Sakura colgaban flojos a su lado. "Oh, Rider, ¿qué debo hacer? ¿Qué debo hacer para castigarte?"

Solo mis ojos se movieron, el resto de mi cuerpo fue inútil. Lo miré desde el suelo. Mi voz tembló, mis brazos temblaron. "Mierda", forcé los sonidos guturales a través de mi garganta, "tú".

Shinji se rio. "¡Bien! Eso es lo que quiero ver".

Miré de nuevo a Sakura. Ella dejó de moverse, desviando su mirada de mí.

"Lo sé", dijo, pura malicia en su rostro. "¿Por qué no ..." se lamió los labios. Su respiración se hizo más superficial cuando la baba goteó de su boca. "¿Por qué no te hago mirar?"

No. Cualquier cosa, pero eso.

Me zambullí por el Libro del Falso Asistente al pie de la cama. ¡Si no puedo matarlo, debería poder destruir el libro! ¡Al menos debería poder hacerlo! Por favor. DIOS. ¡CUALQUIER COSA!

Pero fui demasiado lento.

Shinji sacó el libro de mis manos cuando me estrellé contra la pared. Lo sostuvo contra su pecho y se enderezó, como un señor listo para pronunciar su sentencia. Sus labios se movieron, pero no escuché lo que dijo. No quise escucharlo.

Mi cuerpo se movió solo. Agarré el poste de la cama y me levanté. Me paré a los pies de la cama, con los ojos centrados en la figura acostada de Sakura.

Shinji colocó el libro junto a la ventana. Me echó un vistazo antes de pasar a la cama. Él forzó su lengua a bajar por su boca mientras ella se retorcía. Pero entonces toda la resistencia murió y ella la siguió. Ella comenzó a disfrutarlo. Olvidó todo sobre el dolor y la miseria y se perdió en la lujuria.

Quería mirar hacia otro lado. Pero no pudo. Quería cerrar los ojos. Pero no pudo. Yo quería llorar. Pero no pudo. Ni siquiera la visión borrosa de las lágrimas manchadas de sangre podría salvarme.

Estoy en el infierno