Fate:La guerra del grial de emiya

capitulo 14: interludio 2

                           Interludio 2

Me paré en la horca de la plaza Marienplatz con una soga firmemente envuelta alrededor de mi cuello. Mi respiración era constante y relajada.

Me lo merecía.

Toda una vida de traición, solo, persiguiendo la colina de espadas en busca de una ilusión. Habían pasado años desde la Guerra del Santo Grial, y finalmente me encontré en un final. La multitud estaba a tiro de piedra, con rabia y lágrimas en sus rostros.

Se apiñaron en una masa, llena como sardinas, pateando y gritando en mi dirección. Un niño pequeño, no mayor de ocho años, levantó una piedra del suelo y la sostuvo en sus manos. Lo miró pensativa, antes de tirarlo.
La roca voló por el aire, en un camino parabólico antes de regresar al suelo, aterrizando justo por debajo de los pies de los policías. Docenas de policías antidisturbios formaron una falange con sus escudos curvos de plexiglás, inmóviles, con sus armas desenfundadas. La multitud no estaba aquí para burlarse de mí, sino para protestar por mi ejecución.

Soy culpable. Yo había confesado. Y mi muerte es la oferta de paz para poner fin a esta guerra. Por favor. Esto había durado demasiado tiempo.

El verdugo se paró frente a mí, un policía vestido de civil que conocía solo como "Karl". Su rostro era neutral, pero traicionado por las lágrimas que brotaban de su rostro. Esto no es lo que quería hacer, creía que esto era una especie de injusticia.

"Por favor", gruñó, "reconsideralo".

Agaché la cabeza y miré sus pies. Podía escapar fácilmente, las ataduras eran débiles y la seguridad no estaba dispuesta a continuar. Mis espadas podrían cortar la soga y reforzar mis piernas me llevaría lejos. Fue muy facil.

Pero sacudí la cabeza.

Estaba cansado.

¿Qué haría si escapara? A donde iria ¿Unos años más de lucha, de asesinato, de intentar encontrar una manera de salvar a todos? No, esta fue la mejor manera de terminar. Si peleara, más personas morirían, si hubiera escapado, todo iría al infierno. Tuve que sacrificar a unos pocos para salvar a muchos. Y por una vez, ese para salvar diez podría ser yo.

Mente de acero, pensé, mata al corazón

"Lamento la angustia que te estoy causando", le dije. "Por favor continua."

Miró hacia la multitud. Se estaban poniendo inquietos y se acercaban cada vez más a la policía. Los dos lados se presionaron uno contra el otro, empujando y empujando, ninguno moviéndose. Lloraron por mi liberación, por una suspensión de la ejecución.

Yo fui su héroe. Su salvación El "Héroe de la Justicia" que todos querían.

Suspiré.

Yo soy un moustro.

Cuanto más mataba, más traicionaba a mis aliados, más "heroico" me volvía ante ellos. Uno se convirtió en cien, y cien se convirtieron en miles. Pero no importa cuántos murieron, muchos más acudieron a mí, listos para sacrificar sus vidas.

Y los usé.

Se convirtieron en peones, armas a mi disposición, y su sangre allanó el camino hacia la paz. Y pronto me encontré solo en la multitud. Pero ahora finalmente puedo expiar. Unos minutos más de vida, y luego habría paz.

"¿Alguna última palabra?" Karl tartamudeó, incrédulo.

No quedaba nada que decir.

Karl me miró por un segundo antes de desgarrarse la cara . Se acercó a la palanca y la agarró con manos temblorosas.

La multitud gritó y abuchearon, apresuraron la horca a través de la línea. Se sacaron armas y varios policías cayeron, sangrando por todo el suelo.

En defensa propia, los oficiales se vieron obligados a defenderse. Dispararon contra la multitud.

No. Cualquier cosa, pero esto.

Me apresuré a detenerlos, pero ya era demasiado tarde.

La trampilla cayó, y un breve segundo de ingravidez se apoderó de mí. Vi un incendio La cara de mi padre. La guerra. Una chica de cabello morado. Sakura La única mujer que amé. La primera persona que traicioné. El primero de muchos.

Solo quería ser un héroe.

Solo quería paz.

Las lágrimas brotaron de mis ojos, oscureciendo mi visión. A través de mi vista distorsionada, podía ver a la multitud llorando mientras morían, corriendo hacia mí. Para salvar a su héroe y rectificar una injusticia. Pero es para no, solo más sangre en mis manos. Conocía todas sus caras, todos sus nombres.

Y entonces solo vi oscuridad.