Fate:La guerra del grial de emiya

capitulo 44: Saber 6

                             Saber 6

Archer me obligó a caer al suelo mientras trataba de evitar que matara a Rider. Mi cuerpo clamó por misericordia cuando me estrellé contra el concreto agrietado y roto. Fragmentos de roca dentados clavados en mis heridas.

"Ach!" Grité. A pesar de mis heridas, mi espíritu nunca cedió. Me levanté en un segundo intento cuando un brazo horrible estalló desde abajo. La espada negra de Kanshou cortó el tendón de Aquiles de Archer antes de que desapareciera en las sombras.

Otra versión de mí saltó del suelo, golpeando rápidamente antes de retirarse a la oscuridad. Los movimientos, la serie de tácticas de golpear y correr. La forma en que se aferró a las sombras y se desenganchó antes de tomar represalias. Solo un Servidor puede ser descrito como tal.

Servant Assasin.

Este Emiya Shirou recorre un camino diferente.

Rider cojeó hacia mí, la sangre manaba de los cortes en su gabardina para formar un rastro a su paso. Tenía nuestras armas favoritas listas.

Saqué un paquete de cigarrillos y se lo entregué como señal de buena fe.

Rider  los cortó por la mitad.

Mi mano retrocedió, el aire picaba cuando se filtró en la herida. Pateé mis piernas hacia atrás, alejándome de él. Kanshou y Bakuya volvieron a mis manos mientras yo me erguía. Mis rodillas se doblaron mientras estabilizaba mi equilibrio.

Rider empujó hacia adelante. Sus ataques fueron lentos, las heridas acumuladas en su cuerpo lo perjudicaron. Normalmente podría haberlos bloqueado mientras dormía.

Lamentablemente, estaba en el mismo bote. Las fibras musculares en mis brazos rasgaron las costuras cuando se contrajeron para soportar mis espadas. Fue como luchar a través de la melaza. Cada movimiento fue a una décima parte de su velocidad normal.

Nuestras espadas se encontraron. Aprieto los dientes. Nos empujamos el uno al otro, más para soportar nuestro propio peso que para atacar.

Rider me miró con sus ojos marrones dorados. La sangre brotó de las cuencas mientras le bajaban por la cara y goteaban por el borde de su barbilla. Su impresión de Vincent Van Gogh también fue impecable.

Nos movimos sin pensarlo conscientemente. Un shock me corría por la vuelta con cada golpe.

Rider hizo una mueca mientras se movía.

Los pulsos eléctricos explotaron mis nervios mientras atravesaban mi columna vertebral.

Hackeó sangre entre ataques.

Esto no fue una pelea. Solo dos hombres medio muertos abofeteándose el uno al otro.

Se balanceó en mi cara.

Kanshou flotó hacia arriba para golpear la hoja opuesta. Me temblaba el brazo cuando paré el golpe.

Eché un vistazo a la pelea de Archer. El estaba perdiendo. Las espadas lo inmovilizaron mientras disparaban desde todas las direcciones. El asesino lo flanqueó cuando sus movimientos estaban restringidos, y le cortó un trozo de la pantorrilla.