Fate:La guerra del grial de emiya

capitulo 74: Caster 7

                             Caster 7

Fue un sentimiento extraño. El vacío silencioso en los recovecos de mi mente. Atrás quedó la voz molesta, el eco insensato del odio y la desesperación que secuestraría mi cuerpo y mi alma. Pero tenía sentido. Ya no tenía el control.

En cambio, se quedó quieto mientras Rider avanzaba tambaleándose, más preocupado por la pelea actual que cualquier ocupante anterior. A pesar de la magnífica exhibición de Rider's Reality Marble, no fue suficiente para el Grial.

Lo disipó en un capricho. Y en cambio forzó la imagen de horrores incalculables sobre su víctima. Pude ver el reflejo de eso en los ojos de Rider. El páramo vacío mirándome como la televisión en repetición.

Nunca he querido morir más que en ese momento. Estaba en camino de provocar la misma destrucción en este reino que el mío. Fue un horror, presenciar la repetición de tus errores, impotente para interferir.

Se volvió hacia el Grial, disfrutando de su brillo violáceo. Se alimentó de la energía, ansiosa, lista para el nacimiento de Angra Mainyu en este mundo. Y por un breve momento lo sentí.

El sentimiento de odio e ira disminuyó. La hora se acercaba y se cree que la victoria estaba a la mano. Se bajó la guardia.

El destello de una gabardina negra pasó volando. Rider no se había rendido. Se negó a darse por vencido.

Que todavía no alcanza a comprender el principio básico de Emiya Shirou. Ya somos hombres vacíos rotos. No podría hacer nada para rompernos más de lo que ya estamos.

Conjuré la imagen de un hueco en mi mente, un agujero en la pared. En el rincón más alejado había un pequeño espacio entre dos huecos en sombras. Me obligué a hacerlo.

Un estallido de energía me atravesó. Grité cuando la alegría del dolor atravesó mi cuerpo. Mi mandíbula cayó y un grito de sangre se escapó de la mordida de mis entrañas cuando la alegría del sentimiento regresó a mí.

Las sombras alrededor de mi cuerpo se encogieron mientras le arrebataba el control de mi propio cuerpo. El dolor fue abrasador, aplastando la tela de mi alma mientras luchaba por retener la función de mi propia persona. No estuvo de acuerdo conmigo.

Me agarré de nuevo a mi propio rostro, pasando mis dedos por debajo de las sombras de mis ojos. Una pequeña capa de prana se cubrió por encima de la piel. Apreté la mano y tiré, apartando el terrible mástil que se me había infundido.

Pero la sombra era una fuerza en movimiento, entregó el rostro, retirándose momentáneamente para reagruparse. El control de mi boca volvió, pero a expensas de la respiración. Jadeé por un aliento demacrado.

Rider había asegurado a Sakura, arrancándola de las garras del Grial. Me di cuenta de que su expulsión contundente había proporcionado una retroalimentación negativa sobre el Grial, lo suficiente para que yo retomara el control.

"¡Detente!" Forcé mi mano lejos de mi cara. Rider estaría perdiendo el tiempo tratando de matarme, era una tarea imposible. Todo fue un truco. Un intento de aguijonear. Cuanto más tiempo dedicaba a matarlo, más poderoso se volvía. Rider necesitaba concentrarse en el verdadero peligro. Grité lo mejor que pude. El recipiente vacío de mi mente hizo eco con el sonido hueco de mi propia voz.