Capítulo 1: Un nombre

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El receso duraría 2 meses. Durante ese período planeaba entrenar a su criatura todavía no le había puesto un nombre, sino que llevaba el nombre genérico aleatorio, el proceso de crianza era bastante duro, podría enfermarse, o lastimarse durante el entrenamiento, incluso morir, si no tenía el suficiente cuidado. Eran criaturas virtuales, pero desde su creación para sólo entretener, hace unos cientos de años. Se puede decir que ahora mismo y bajo el reconocimiento de todas las especies inteligentes de Vyndra se los considera seres "vivos", luego de un incidente que casi llevó a todo Vyndra a un retroceso tecnológico que hubiese sido terrible para todos, pero ahora son parte de la sociedad.

Si quisiera podría criar más bestias para armar un equipo y así competir en los torneos que se hacen cada 6 meses, pero ahora mismo solo hacía esto para tener algo que hacer y cuando paso esta idea por su cabeza, sopesó que sería más importante, de momento, entrenar para perfeccionar su control sobre su habilidad.

Luego de pasar unas horas con su todavía no nombrado compañero, decidió dejarlo hacer lo que quisiera por el resto del día, en caso de que se le presentará un combate del cual necesitará ayuda le enviaría una alerta.

Luego comer algo se recostó un momento. Todavía tenía la sensación de pesadez en el pecho, luego de haber llorado tanto hace unos días. Desde entonces recordaba con frecuencia sus últimos días en aquel planeta sin nombre. En ese entonces tenía la idea de que podrían tener una mejor vida, si viajaban a Vyndra, pero nada de eso sucedió.. se dio unas palmadas en la cara y se paró. Decidió que iría a cortarse el cabello.

Una vez fuera de su apartamento, activó la realidad aumentada, inmediatamente buscó información sobre dónde habría una peluquería y siguió el camino que apareció señalado como una línea Blanca en su visión.

Desde que llegó la mayor parte de su tiempo estuvo en el centro y en su habitación, como tendría todo lo necesario para vivir, realmente no necesitaba nada de la ciudad, así que se podría decir que ahora la estaba conociendo realmente. Conectó el aparato de crianza a su red y le permitió a su compañero acompañarlo en su viaje, gracias a la realidad aumentada podía verlo a su lado. Así es como se llevaban a cabo los combates entre criadores.

Llegó a su destino una hora más tarde, entró algo nervioso al local y esperó a ser llamado.

Como dotado, tenía una insignia que lo identifica y está podría ser vista por todos. Por eso estaba obligado a activar la realidad aumentada cada vez que salía de su hogar. Básicamente entraba a la red y todos sus pasos eran seguidos y controlados. Tom no lo notó, pero hubo algunas miradas nerviosas que se dirigieron a él. Los dotados eran un parte importante de la sociedad actual humana, estaban obligados a prestar servicio militar a las colonias, eran recursos estratégicos y algunos podrían ser tan poderosos que se los consideraba armas de destrucción masiva, y hasta donde sabían esos solo eran la punta del iceberg.

Estuvo un tiempo jugando con su compañero, mientras elegía el corte que se haría,luego fue llamado, se acercó a él una criatura que lo invitó a seguirlo. Se sentó en el asiento que le indicó y un mensaje le llegó en la esquina de su visión, preguntando si quería que un robot o uno de los empleados le cortara el cabello. Sin duda alguna eligió que sea un empleado, no sabía qué hizo esta elección porque quería algo de contacto humano.

Cuando llegó la empleada, tenía los ojos cerrados.

- Mmm.. Así que solo quieres que te lo recorte un poco, ¿ estás seguro?

Tom respondió afirmativamente moviendo su cabeza. Podía sentir como masajeaba su cabeza mientras la humedece. la mujer notó cómo el niño parecía dormirse, con esta acción. pero no dejo que lo hiciera, por más tierno que le parezca este hecho. le dijo que se mantenga despierto, tom aturdido abrió los ojos y respondió con un "si" algo avergonzado.

Historias de VyndraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora