Blanco, se había presentado pero el sujeto al cual seguía no. Ya se le estaba complicando correr teniendo en cuenta que llevaba el antifaz que le atrofiada el sentido del equilibrio.
No aguanto el mareo y se detuvo.
- Por qué te detienes?!
- Esta cosa... no puedo seguir.
- Espera un momento- dijo algo nervioso, parecía sopesar algo,lo miró fijamente y -¿ como se que no vienen contigo?
- No puedo...confirmarlo, pero puedo asegurarte que realmente quiero ayudar.
- Tu!- le dijo a una persona que pasaba corriendo.- nos escoltarás.
- si señor!
- Muy bien Blanco, si realmente quieres ayudar solo sigue caminando.
Blanco los siguió sin hacer algun problema. No sabía si sacar a la fuerza el antifaz, para ver si tenia algun mensaje, esa gente era algo problemática, se auto proclamaron seguidores y le seguían el rastro siempre, si bien se negaba a estar junto a ellos sabia que podian ser utiles a veces, todavia no habia encontrado la forma de controlarlos y eso si bien no era necesario, la idea crecía de a poco en su interior.
Cuando llegaron a lo que él seguía viendo como una cueva más grande y con algunas figuras que le hacían doler la cabeza y personas con la cara censurada, le hicieron sentarse para esperar. El escolta se había marchado pero podía ver algunos hombres armados alrededor, en este momento entendió porque el antifaz también cubría sus oídos,
no podía escuchar la conversación de la gente luego de que aquel hombre se separó de él y también dejo de escucharlo a él.
Ya no sabía qué esperar, podría ser peligroso, y si bien no se lo podía ver ansioso, cosa que aumentaba la desconfianza de la gente a su alrededor, había decidido que simplemente actuaría dependiendo de lo que pase.
Su ya atrofiada percepción del tiempo era peor después del mareo constante, así que no supo distinguir cuánto tiempo había pasado desde que llegó al lugar y comenzó la conmoción. Pero si pudo notar que el ambiente era algo pesado, y se escuchaba cada vez más cerca el caos de afuera de la "cueva". Le resultó curioso que ninguna de las personas que lo rodeaban se habían acercado todavía a él, pero sintió como lo observaban así que ni siquiera acercó sus manos a su cara.
Unos gritos empezaron acercarse, junto al sonido de golpes y algunos impactos fuertes.
-¡Señor estamos aquí responda!
Era una voz que conocía... estuvo a punto de sacarse el antifaz, pero no lo hizo. En cuanto entró la persona con la voz estridente, levantó la mano.
- detente idiota, porque los están atacando.- esta persona no estaba censurada, y si, claramente lo conocía.
- Señor, no podemos dejar que le pase algo, esto es muy extraño, este lugar...
- dije que te detengas, vine a colaborar con ellos, diles a los demás que dejen de estorbar.
- pero...
- pero nada, por esto no me gusta que me sigan, vamos haz lo que te digo.
- ...esta bien.
- Bueno... realmente lamento esto.- dijo luego de darse la vuelta y bajando un poco la cabeza en forma de disculpa hacia las personas que estaban en la "cueva".
Todavía faltaban dos días para el final del torneo. Tom les comentó que había conocido una mujer llamada Noelle que empezó a entrenarlo, Sarah se enojó con él, le dijo que no debía confiar así en desconocidos, y aparentemente ni siquiera era de esta ciudad.
ESTÁS LEYENDO
Historias de Vyndra
ActionDespués de una experiencia horrible, Tom comienza su nueva vida en Vyndra. Es un planeta nuevo con una forma de vida muy diferente a la que estabas acostumbrado. No solo está habitado por seres humanos sino por otras especies alienígenas y criaturas...