Capitulo 44: Anemocoria

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Drako y Lessar se turnaban para restringir el movimiento de la criatura. Bronk se las arreglaba para atacar constantemente a las articulaciones o lo que parecían articulaciones, cada vez que podía.

De a poco su oponente había perdido la iniciativa, pero todavía seguía de pie. Los rostros de los niños denotaban algo de inseguridad. Descubrieron todo lo que podían hacer con su fuerza actual, contra ese tipo de oponentes.

Las criaturas eran diferentes de los humanos. Podrían ser restringidas como cualquier ser vivo buscando sus debilidades y explotándolas, pero su estado físico esta fuera del sentido común. Además la forma que tenían de utilizar su energía y la que los rodeaba esta muy por encima de cualquier otra forma de vida ordinaria, esto les permitía realizar cosas fuera del sentido común.

Lo que los dotados y otras especies alienígenas podían hacer después de meses y años de entrenamiento. Las criaturas lo hacían fácilmente unas semanas o meses después de nacer.

Cinco minutos más tarde la criatura había dejado de moverse. Luego de que lograron cortar sus extremidades cuando dejo de regenerarse. Drako y los otros dos apenas podían moverse.

Los tres se sentaron cerca de la criatura y empezaron a absorber sus restos.

- Maestra... todavía nos falta mucho...- Dijo Tom cuando Noelle se acercó a ellos.

- Asi es, todavía tienen tiempo para crecer.

Después de decir esto Noelle pensó que podrían crecer pacíficamente, si la guerra no hubiese tocado Vyndra.

***

Blanco comenzó su exploración con bastante vigor cuando llego a este mundo. Recorrió durante algunos meses y se familiarizó con su gente, en sus viajes descubrió que las criaturas, por lo menos las que recibían algún tipo de educación, no eran muy diferente de las personas.

Personalmente le agradaban más los salvajes, porque estos se podrían considerar habitantes originales de este mundo a diferencia de esas criaturas que heredaron un cuerpo físico.

Todavía no había adoptado ninguna criatura. Primero pensó en buscar esas que había abandonado cuando era más joven, pero se rindió en seguido al darse cuanta que sería ridículo buscarlo en este mundo.

De hecho había olvidado la razón por la cual quería criaturas, cuando Adam quien lo había estado escoltando todo este tiempo le pregunto cuando adoptaría una, simplemente lo ignoro. Se estaba divirtiendo bastante aquí y pensó que seguramente encontraría alguna razón para tener una criatura.

Mientras merodeaban en un bosque escucho los gemidos de alguien, reconoció que eran los de una persona adolorida y se acercó. El hombre estaba al borde de un lago y claramente lastimado  se arrastraba hacia el agua.

Blanco camino despreocupadamente hacia él sin mirar a los alrededores. Por el contrario Adam estaba bastante vigilante, sabia lo implacable que podría ser una criatura si se metían en su territorio.

Cuando se acercó, blanco le anuncio a la persona que estaba cerca. El hombre se sobresaltó, pero inmediatamente le pidió ayuda. Blanco compartió algo de comida y lo trato con alguna de las medicinas que tenía.

- ¿Entonces, que sucedió?- pregunto Blanco cuando finalmente el hombre se calmó.

Su nombre era John, no era un dotado. Había llegado aquí con sus amigos, gracias a algunos conocidos se enteraron de que esta zona podría haber un artefacto y vinieron a investigar.

Algunos artefactos por alguna razón generan una cantidad de energía y tanto sus alrededores como los seres vivos que están cerca sufren algunas mutaciones. La información que consiguieron indicaba que probablemente el artefacto aquí era de ese tipo. Se habían preparado bastante para la expedición y sus criaturas también crecieron bastante.

Historias de VyndraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora