Historias de Vyndra

Capitulo 34: Aiden

-Bueno, entonces nos vemos en unos días en el portal.- dijo Tom mientras se despedía de sus amigos.

El año de estudio había terminado y los niños podrían descansar a partir de ahora. Así que tal y como habían acordado irían al mundo de las criaturas.

Hasta ahora era seguro para los humanos ir a ese mundo, al principio había gente tratando de controlar todo lo relacionado con eso, pero obviamente era difícil ir en contra de la Singularidad. Su orden fue que estaba abierto a todo los que poseían la pulsera, así que nadie podía limitar la entrada y salida de los usuarios.

Más allá de esto no se interpuso con lo que hicieran en ese mundo. La propiedad de los tesoros era de quien los recolectara, ya sea usuarios o criaturas. Además se estaban construyendo algunos pueblos para la transición de los usuarios en algunas zonas donde los portales estaban aislados.

Estaba de más decir que era un total éxito. La singularidad había mantenido el sistema parecido al de un videojuego que ya existía cuando solo era VR, había misiones de todo tipo y recompensas, además de un sistema de mejora para las criaturas. que no estaba disponible solo para los usuarios sino también para las criaturas, a diferencia de antes, esto le otorgaba más personalidad a este mundo en continuo crecimiento, y a ahora aparecían criaturas únicas gracias a esto.

Por esto Drako había instado repetidas veces a Tom para visitar este mundo. Ya que su segunda etapa era el límite hasta que se dio esa noticia, así que ahora podría evolucionar una vez más si iban a ese mundo. Las criaturas que habitaban vyndra estaban ligadas a sus criadores y para poder visitar solos este mundo, primero tenían que ir con ellos, luego podrían moverse libremente.

En cambio las criaturas que no estaban ligadas a la pulsera no se podían mover a voluntad al plano de Vyndra.

A pesar de que el año escolar haya terminado no significaba que dejaría de entrenar. Como todos los días Tom se dirigió al gimnasio donde se encontraba con su maestra.

Luego de su sesión, hablaron sobre lo que planeaban para el receso. Su maestra, le dijo que iría con ellos al mundo de las criaturas. No estarían todo el tiempo juntos, pero se movería a su alrededor, en caso de que necesitaran ayuda. Después de todo ahora había criaturas que podrían llegar a matar a los humanos.

Si bien existían algunos objetos que podrían salvarlos de eso y sin olvidar que eran dotados y podrán defenderse, no deberían estar confiados. Todavía necesitaban estar cerca de un portal para volver a vyndra.

Cuando escucho esto no pudo evitar quedarse atónito, por alguna razón todavía pensaba que era como uno de esos juegos VR. no había asimilado que estarían ahí físicamente.

- No lo olvides no importa cuan adornado este, no es un juego es la realidad y ciertamente ahí amenazas en ese lugar. .- dijo su maestra mientras lo miraba a los ojos.

Tom tragó saliva mientras consideraba esto y Noelle se preguntaba porque no existía un límite de edad para ingresar a ese mundo. Si bien la existencia de la singularidad era de conocimiento público, el público no conocía cuáles eran los límites de su independencia y autoridad, así que era normal que este tipo de cuestionamientos se hiciera entre las personas.

- Aun así me imagino que tus amigos tendrán cerca gente vigilándolos también. ¿Sabes algo de eso?

- La verdad que es ni siquiera se me ocurrió preguntar eso. Drako ellos te dijeron algo?

- No, no hablamos de eso.- respondió Drako, quien termino su combate con Batze e Iska en AR.

Luego de eso se cambió y salieron.