Historias de Vyndra

Capitulo 19: Marcha

Mientras que Blanco seguía a Brand para salir de la instalación. El grupo de criaturas que aparentemente fueron mejorados gracias a la gota negra, todavía se encontraban en la sala en la que fueron confinados.

[¡Estas cosas no deben seguir respirando, tenemos que asegurarnos de que no toquen a más de los nuestros!]

Ethius era el nombre de la criatura que podía leer las mentes y en estos días había creado un enlace entre ellos para que los humanos no descubrieran lo que iban a hacer.

[No podemos seguir perdiendo tiempo discutiendo tenemos que seguir adelante. No sabemos cuántos de ellos hay en este lugar.]

Estas criaturas no pudieron adaptarse a tener un cuerpo físico, al ser aislados del sistema y la constante tortura que sufrían. Ni siquiera se plantearon que eso pueda ser un problema, su estado mental era caótico y la sustancia a la que fueron expuestos los hacía más inestables.

Tampoco notaron cómo las venas negras se extendían por sus cuerpos, y hacia los demás, ni él echó de que con eso se estaban acercándose entre ellos a medida que avanzaba la discusión.

El debate avanzaba y más estaban a favor de masacrar a los humanos. Ethius era neutral, sabía que no podía detenerlos, sin importar lo que eligieran, ya que su poder personal era limitado y no podría enfrentarse a todos. Planeaba, sea cual sea el resultado, usar su habilidad para evitar daños colaterales en un futuro.

Era ilógico, no importaba cuan alterados estén, no deberían haber perdido tiempo así teniendo en cuenta la situación en la que se encontraban. Por alguna razón su cuerpo estaba ardiendo, sentía que sus extremidades eran estiradas con fuerza a la vez que algo se metía en él. En algún momento entraron humanos en la habitación. Recordó que todavía había más criaturas en el edificio y tenían que ir a salvarlos.

Quería ir directamente, pero su cuerpo no respondía, y no lo sentía. Los humanos estaban rodeándolos. Envió un mensaje para que los demás se encargaran, nadie respondió. Cuando miro a su alrededor se dio cuenta de que ninguno de sus compañeros estaba.

Su ansiedad aumentó, no entendía qué pasaba, y solo podía pensar.

"¿dónde están los demás... qué debería hacer, debería pelear?... no quiero atacarlos... Tendré que atacar... Hay que matarlos, ellos me torturaron... nos torturaron... Necesitamos retribución... hay que aplastarlos...no, no debo... debe haber algún humano normal entre ellos... hay que matarlos..."

Los humanos gritaban y en algún momento empezaron a atacar. Sentía los impactos pero no eran tan grave como esperaba. Con esto se dio cuenta de que ahora podía sentir, le resultó gracioso, pero estaba seguro de que podía moverse. "Entonces podría apartarlos, no matarlos, o tal vez debería..."

Tratando de escapar de esta elección pensó si podría volver a encontrarse con la persona que lo crió, y varios rostros cruzaron por su mente, por alguna razón conocía a estas personas. No entendía porque, sabía que así debería ser humano, tal y como recordaba esa época, esos momentos...no como la escoria que estaba enfrente.

Levantó su mano y noto que era diferente, totalmente diferente una especie de coraza con forma de armadura cubría su antebrazo y remataba con tres hojas como garras bastante grandes, esta coraza o armadura que ahora cubría también su cabeza y piernas era parte de su ser.

No era solo su brazo su cuerpo era más grande, solo ahora noto que los humanos eran más chicos que él a diferencia de antes.

Tenía que ir a ver que sucedía con las otras criaturas en este lugar.