trece

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estaba entrando unas cajas que me mandó mi mamá desde chile con cosas de tomi y mías a mi actual casa con la ayuda de mi papá, cande y lautaro, el hijo de la novia de mi papá. finalmente me decanté por aceptar la propuesta de quedarme acá a vivir con mi hijo y poder vivir independientes. ni camilo ni mateo todavía no lo saben, la noche de la cena con el morocho no le respondí dejándolo sin respuesta diciendo que no sabía que haría aún al respecto, y a cami le quería dar una sorpresa.

terminamos de entrar todas las cajas y objetos, mayormente cosas del bebé, y nos fuimos todos a la cocina para tomarnos unos merecidos mates con facturas. tras pasar un buen rato juntos hablando de varios temas y comer, me dirigí a mi pieza con cande y lauti para empezar a ordenar las cosas. empecé a sacar ropa de tomi de una caja y la acomodaba en el pequeño placard que compré ayer para el bebé mientras cande sacaba ropa mía y la doblaba dejándola sobre la cama.

— boluda, esto me lo tenes que dejar si o si — dijo enseñando un vestido negro que se abría por en medio de éste, era muy lindo pero yo no llegué a usarlo ya que me quedé embarazada y ahora ya no uso ese estilo de ropa.

— quedatelo, no lo voy a usar — dije alzándome de hombros y ella me sonrió corriendo hacia mi para darme un abrazo haciendo que tambaleé por la fuerza con la que se me lanzó.

— sos la mejor amiga que pueda haber — dijo casi gritando y yo me reí por lo exagerada que es.

— tenemos que ir de joda uno de estos días, o no? — habló lautaro mirando hacia nosotras después de tanto tiempo en silencio.

— siiii — dijo candela alargando la "i" dándole énfasis y me miró sonriendo, yo rodé los ojos de sólo pensarlo — dale boluda, tenemos que festejar tu vuelta al barrio

— sí, dale así conocen a mis amigos, son re piola — dijo el pelinegro sentándose en el sofá enfrente de nosotras y acto seguido cande se sentó junto a él. es una confianzuda, ni yo le tenía tanta confianza y eso que es mi hermanastro.

tras terminar de ordenar unas cuantas cosas más pedimos unas pizzas para cenar ya que movernos tanto hizo que tengamos alta lija.

[...]

habíamos terminado de cenar y nos encontrábamos en mi pieza viendo tv totalmente aburridos. estaba boludeando con el celular y me entró una videollamada.

kmi420 quiere hacer videollamada

aceptar. rechazar.

la cámara se conectó dejando ver al morocho mirando la pantalla atentamente.

— qué onda 420? — dije acomodando un mechón de pelo hacia atrás y él soltó un chiflido haciéndome soltar una carcajada. cande se acercó un poco mirando la pantalla y cami puso una mano sobre su pecho haciéndose el ofendido cuando la vio asomarse por el lado.

— ah pero y no invitan? — alzó una ceja — así quedamos nomás — cande y yo nos reímos y él negó con su mano.

— cerra el orto, si seguro te digo que vengas a ayudarme con la mudanza ni venís porque te quedas dormido

— yo por vos me levanto temprano y lo que haga falta — dijo con cara seria — ndeah re chamuyero era

— sos de lo que no hay — dije riendo y negando con la cabeza — queres algo en especial o nomás queres joder?

— uy, para no me acuerdo para qué te llamé — dijo él poniendo su mano sobre la frente intentando recordar haciéndome soltar una risita. escuché una voz de fondo diciéndole algo y la reconocí al toque —ah sí, mañana vamos al parque de diversiones — dijo prendiendo el faso que tenía apoyado sobre sus labios — no aceptamos un no por respuesta

mamá soltera   ||  Mateo PalaciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora