— podes salir con tomi, por favor? — le dije a camilo, el cual asintió parándose y bajando al bebé de la cama yéndose dejándonos a solas en la pieza. miré a mateo y él estaba mirando la puerta cerrada por dónde se acababan de ir kmi y tomi — sentateme hice a un lado de la cama, él se sentó junto a mi apoyando sus codos sobre sus piernas y nos volvimos a quedar en silencio una vez más.
— me vas a responder? — habló seco mirándome de reojo — tomi es mi hijo o no? hacela corta — se giró mirándome directamente a los ojos y yo simplemente asentí con la cabeza y bajé mi vista a mis dedos jugando con ellos — vos sos joda roma? por qué mierda me ocultas a mi hijo? y encima me vengo a enterar por el tarado de tu ex y no por vos — dijo parándose de la cama y caminando de un lado a otro por toda la habitación estirándose de sus rulos hacia atrás en señal de frustración.
— y bueno mateo qué queres, que llegue después de 1 año y medio y te diga, mira este es tu hijo, ahora hacete cargo de él — hice un tonito de burla.
— no boluda — me interrumpió — pero qué sé yo, pudiste habérmelo dicho y no haberte callado
— después de qué me dijeras que no lo tuviera y qué no podíamos ser papás? — le miré y negué con la cabeza — ese día me prometí y perjuré que tomás no sabría nada de vos ni vos sabrías nada de él
— pero vos no podes negarme a mi hijo — me volvió a interrumpir
— dejame acabar — me miró y asintió — sé que está horrible que te haya ocultado y mentido de esa manera con lo de tomi pero sentía que tenía que protegerlo de cualquier daño exterior, y como vos recién la estabas empezando a romper con lo tuyo no quise hacer un drama con un bebé entendes? eso y que vos me dejaste re clarito que no querías tenerlo — él estaba de pie escuchando atentamente lo que le decía. él se acercó a dónde estaba yo y se volvió a sentar en la cama.
— roma, ya sé que la re cagué cuándo te quedaste embarazada y ya te pedí perdón por ello y no puedo hacer nada para cambiarlo, si pudiera ir atrás en el tiempo, te juro que lo haría — me miró — ahora sólo puedo hacerme cargo de mi hijo, es lo que me toca
— está bien mateo, tenes todo el derecho del mundo a hacerlo
hicimos un silencio por un momento analizando y asumiendo todo lo que acabamos de decir.
— vos crees que deberíamos decirle que soy su... — se calló e hizo unas señas con las manos haciendo un montoncito en el aire.
— su papá? — dije y él asintió — sí, obvio pero no creo que ahora sea el mejor momento, pensa que hace poco dejó de ver a benjamín que fue lo más cercano a su figura paterna y aún pregunta por él — suspiré y miré a mateo el cual asintió mientras estaba mirando hacia cualquier sitio de la pieza y hacia un leve puchero.
la puta que me parió, nunca voy a superar sus pucheros y mucho menos cuando nuestro hijo hace literalmente lo mismo a cada rato. nuestro hijo, se hace raro decir eso ahora.
— mateo — lo llamé y puso su mirada sobre mis ojos — lo siento, no quiero tener mala onda con vos y mucho menos ahora que vas a reconocer a tomi como tu hijo, nomas te pido por favor que seas responsable, ser papá conlleva mucha paciencia y responsabilidad — dije enumerando con los dedos — como vea que le haces daño y no te haces cargo de él, tendré que alejarlo de vos
— descuida, ese nenito me vuela el bocho — sonrió e inconscientemente yo lo imité — quedate tranquila por ese lado
— más te vale palacios — dije apuntándolo con el dedo y él se rió negando — de qué te reís gil?