Estiro de los auriculares frustradamente apartándolos de mis oídos. Alguien del edificio tiene la música puesta increíblemente fuerte, y aunque agradezca el buen gusto, llega a ser molestoso si quieres unos minutos de calma a tu propia bola. Son las ocho de la noche, en cualquier momento, algún vecino se va a quejar, y no lo voy a negar, estoy por convertirme en la típica vecina que se queja de todo.
Puede ser estúpido, ya que, hace unos días, yo misma tenía el volumen de mi música sumamente alta, pero, por lo menos, mi música no duró más de cinco minutos. Fui rápida y creo que no molesté a nadie.
Suspiro rendida dejando mi móvil sobre la cama, lo único que necesito para terminar mi día, más o menos bien, es relajándome, algo imposible de conseguir durante el día de hoy. No he vuelto a recibir nuevas notificaciones de la persona anónima, no sé si sentirme agradecida por no haber recibido mensajes por su parte pero la verdad es que, da igual, sea como sea, su presencia está agotándome.
Algo que no he dejado de recibir han sido los mensajes de Brandon, una actitud que, para ser sincera, empieza a aburrirme. Por mi mente ha pasado la idea de divertirme con él a mi manera, pero me temo que es algo imposible, por lo menos, ahora. No lo conozco demasiado, necesito saber más de su vida para saber si Brandon puede entrar en mi juego, darle una oportunidad está entre mis planes, no obstante, su actitud molestosa, va a ser algo difícil que voy a tener que aprender a controlar.
Supongo que no va a ser difícil para mi, quiero decir, he tenido que hacer frente a muchos tipos de personalidades, si quiero divertirme, debo de hacerlo bien; analizando y atrayendo. Adaptándome un poco a todo.
Me levanto de la cama y camino hasta el armario, cambio mi ropa quitándome el vestido rosado que había escogido esta mañana para sustituírlo por unos pantalones rosados de lencería y una camisa que combina con estos. Como de costumbre, paso una mirada rápida y a la vez detallada al espejo para apreciar la imagen que refleja en él. Sonrío mordiendo mi labio inferior antes de cerrar la puerta del armario y alejarme de la habitación.
Vuelvo a encender la pantalla del móvil que había cogido antes de salir de la habitación, paso una mirada rápida en las notificaciones, pero nada nuevo. Me percato de la hora que es, ha pasado media hora y parece que ningún vecino se siente molesto por el ruído de la música en el edificio. Solo yo.
Casi todas las personas que viven en el edificio tienen ya una cierta edad, exceptuándome a mi, Edward y una familia que vive en la planta de arriba, una familia compuesta por unos padres de unos cuarenta años, una adolescente de dieciséis años y un adolescente de dieciocho.
La melodía que suena en estos momentos es una de las pegadizas y sensuales canciones de The Weeknd, uno de los artistas que más gustan durante esta generación, me incluyo, para tener un gusto bastante anticuado en la música, The Weeknd consigue estremecerme con sus letras y ritmos.
Sinceramente, dudo demasiado que la música sea puesta por alguna persona mayor del edificio, no va a ser difícil para mi encontrar al culpable.
Cansada del alboroto, decido salir de mi departamento para pedir, educadamente, que por lo menos, baje el volumen de la música. Para mi sorpresa, una de las vecinas que viven en la planta de abajo se encuentra delante de mi puerta.
—Buenas noches, Lyrae —la mujer de setenta y cinco años me sonríe apenada. Carmen es una vecina tierna y cariñosa de origen hispano, lleva viviendo en el edificio más de veinte años, prácticamente, desde que el edificio fue construído—. Lo siento mucho si te molesto, cariño, sabes que por mi no es ningún problema pero... mi nieto hoy se ha quedado a dormir en mi casa, quería pedirte si, por favor, pudieras bajar el volumen de tu música.
ESTÁS LEYENDO
DEAR; FEMME FATALE
RomanceLyrae Bourdeu es una joven diseñadora de moda que reside en Francia. Su vida es, aparentemente, normal, al menos desde el punto de vista de cualquier persona que no conozca los detalles más profundos y personales de la chica, pero la realidad es qu...