Luego de seis años en un internado, Kyle vuelve a South Park para enterarse de que todo a su alrededor había cambiado, incluso Eric Cartman; quien demostraba un comportamiento sospechoso para los ojos de aquel judío.
Aferrado al pasado y a las idea...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Cuántas veces en la semana había marcado a su novia? No lo sabía, perdió la cuenta desde que el viernes había llegado y supuso que muy ocupada estaría, cargada de tareas tal vez. Si bien recordaba que Michelle tendía en aislarse de todo tipo de aparato electrónico cuando la temporada de exámenes llegaba, aún tenía sus dudas, ya que faltaban alrededor de una o dos semanas para que esa etapa comenzara. Pero... por favor, conocía a su novia, era una persona muy dedicada y responsable a la hora de realizar sus deberes, era hasta capaz de comenzar a prepararse meses antes. Y no, no exageraba.
Un domingo por la tarde, mientras que el judío se encargaba de ordenar sus libros y materiales para el día siguiente, hizo un último intento en marcar a su novia. El móvil sonó unas cuantas veces, Kyle cruzó los dedos y... ¡Contestó! Al fin, luego de innumerables intentos fallidos, RoseMarie Michelle Campbell se dignó en contestar.
—Que bien se siente el poder oír tu voz luego de tantos días —La halagó el ojiverde, sonriendo con dulzura mientras dejaba caer su cuerpo sobre el sofá de la sala.
—Sí, lamento no haber contestado tus llamadas —dijo con tono amable —. Ky-Kyle... los exámenes se adelantaron para la próxima semana, prácticamente todos en el internado estamos alterados y estresados
—Que mala suerte. De igual manera, confío en ti y sé que te irá bien —La muchacha guardó silencio por unos segundos mientras que de fondo se podía oír un claro revuelo de papeles —. ¿Hasta ahora sigues estudiando?
—Uh, sí... aún hay temas de químicaque no me cierran muy bien. Pero, escucha Kylie, notengo mucho tiempo así que irédirecto al punto... ¿A qué se deben tus llamadas? ¿Tienes algo para decirme?
El pelirrojo tragó saliva, acomodándose con un poco de ansiedad sobre su sofá. Si realmente le iba a decir que se quedaría en South Park, estando ella a nada de sufrir unos de esos clásicos ataques de estrés, estaba casi seguro de que esa conversación no terminaría muy bien... porque, conocía a su novia; podía estar normal y serena por fuera, pero por dentro, a nada del resentimiento.
