✡[10]☢

1.4K 166 129
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En el momento en que Kyle comenzó a recobrar su conciencia, una extraña mezcla de olores se colaban entre sus fosas nasales; podía distinguir el fuerte y a la vez amargo hedor del cigarrillo, pero al mismo tiempo sentir y destacar aquel radiante a...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En el momento en que Kyle comenzó a recobrar su conciencia, una extraña mezcla de olores se colaban entre sus fosas nasales; podía distinguir el fuerte y a la vez amargo hedor del cigarrillo, pero al mismo tiempo sentir y destacar aquel radiante aroma a cheetos y doritos... recordando a una sola persona; Eric Cartman.

Cuando abrió escasamente los ojos, entre aquella vista nublada pudo distinguir el techo de su cuarto, con aquellas manchas de humedad que tanto destacaban. La luz de la luna se colaba intensamente por su ventana abierta, al mismo tiempo que dejaba entrar libremente a la fresca brisa primaveral.

Cuando el judío intentó movilizar su cuerpo, se percató de que estaba completamente inmóvil a pesar de que sus desnudas extremidades yacían tranquilos sobre las oscuras sábanas; un hecho que lo alteró bastante debido a que no recordaba el momento exacto en el que había llegado a casa, quitado la ropa para luego acostarse completamente desnudo sobre la cama. Alguien había sido el claro responsable de todo ese lío.

Kyle, con la pequeña respiración desprolija, llevó rápidamente su mirada directo a los bordes de la cama, allí pudo divisar gracias a la escasa luz de su habitación, unos ojos muy especiales; aquellas pupilas que reconoció a la perfección por el simple hecho de que padecían heterocromía, aquellos que lo observaban con intensidad y malicia.

—Kylie~ —Lo nombró aquella rasposa voz en lo que una figura grande y regordeta se dirigía hacia su dirección a gatas —. ¿Te gusta que te llamen así, Kylie?

Acto seguido, cuando aquel intruso que claramente era Cartman se posó sobre el cuerpo del pelirrojo, con sus firmes y perfectas manos comenzó a tocar y acariciar las extremidades del individuo por encima de las mantas; Y a pesar de que no era un contacto directo, Kyle realmente se sentía vulnerable y sensible al sentir aquel desconcierto.

—¿Te gusta, Kylie? —volvió a preguntar, esta vez con una clara sonrisa que detonaba un cierto aire de satisfacción en él.

—¿Qu-qu-qué haces? Aléjate de mí a-ahora mismo —exigió el chico con algo de miedo en su interior —. ¿Le pusiste algo a mi bebida... tú... ba-bastardo?

៚AddictiveᝰDonde viven las historias. Descúbrelo ahora