Sinsonte |Petyr Baelish|

xɪ- ᴛᴇ ᴠᴇꜱ ᴀʟɢᴏ ᴛᴇɴꜱᴏ, ᴘᴇᴛʏʀ.

Como disculpa por la inactividad, este capítulo es un poco más largo y contiene algo de smut suave c:.

***

El traqueteo del carruaje tenía un efecto extrañamente tranquilizador sobre Elaine.

Pese a que llevaba el vestido más caro que se había puesto en su vida, a que sus músculos se tensaban cada vez que trataba de recordar algún protocolo social que había olvidado accidentalmente y pese a que compartía compartimento con Petyr, Elaine estaba tranquila por el movimiento de las ruedas. Sonrió para sí. Era tan ridículo.

— ¿Qué es tan divertido? —una voz afable la sacó de sus pensamientos.

Últimamente, Petyr estaba mucho más pendiente de ella. No sabía si era porque de verdad sentía aquel malentendido o si solo era otro de sus juegos. Pero, maldita sea, por más que tratase de autoconvencerse, disfrutaba demasiado de su atención.

— Seguro que os encantaría saberlo—afirmó, mirándolo directamente.

Observó que un brillo de diversión chispeó en sus ojos.

— Solo es simple curiosidad —sonrió.

— Nunca es "solo simple curiosidad" cuando hablamos de vos.

Costaba entender un poco por qué a un hombre que se pasaba la vida evitando dar a conocer sus intenciones le gustaba tanto la manera directa, casi maleducada, en la que Elaine le hablaba. Pero le gustaba.

— ¿Y qué es entonces?

Ella se encogió de hombros, fingiendo indiferencia y mirando hacia la ventana.

— Eso no lo sé.

Baelish se permitió el lujo de alzar una ceja al ver que no le seguía el juego. No entendió el motivo de su repentino desinterés y eso casi le irritó, porque estaba acostumbrado a entender la mayoría de las cosas. Sin embargo, su expresión permaneció tan tranquila como siempre y no volvió a decir palabra, suponiendo, que lo que fuera que ocurriese, ya se le pasaría.

Pero pasaron dos horas más de viaje e incluso un descanso momentáneo. Y nada. Hubo un momento en la que ella incluso fingió dormir, pero Meñique había tenido demasiados oportunidades de verla descansar y sabía que tan solo actuaba. Ese fue el único error que necesitó para atar cabos y sonreír.

— ¿Estás molesta conmigo? —inquirió, en un tono cortés.

No, él no lo sentía en absoluto. Es más, su actitud casi le divertía. Sabía que lo único que Elaine quería era evaluar su nivel de interés, aún decidiendo si perdonarle o no que la llamara Cat. Ver que podía influir tanto en alguien que definitivamente sabía de sus estrategias para manipular a los demás le parecía demasiado entretenido, incluso atrayente.

Bueno, también era cierto que ella le gustaba. Le había tomado cariño y sentía una pequeña, minúscula inclinación ante la idea de tenerla contenta. Pero no pensaba usar la sinceridad para ello.

— ¿Qué os hace pensar eso?— en su voz había un matiz sarcástico demasiado evidente.

— Una corazonada —respondió, tan afable como de costumbre, en aire inocente— ¿He hecho algo que os ofenda, tal vez?

Vaya, él podía ser tan mezquino a veces. Elaine apretó la mandíbula.

— No creo que nada de lo que haga alguien apodado "Meñique" pueda llegar nunca a ofenderme, mi señor —contraatacó, mordaz, porque sabía que odiaba ese apodo.

Ella dejó de mirar por la ventana para analizar los resultados de su réplica, entrecerrando los ojos para analizar su rostro. Nada. La expresión de Petyr no había variado un ápice.