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Ahí estaba JiMin, aún encerrado en su habitación, viendo a un punto fijo en la habitación, ¿Por qué? Porque no quería verse, detestaba su imagen.

Cada vez que se veía en algún lugar, aparecía esa sonrisa y esa actitud demente, horas atrás se había mirado en el reflejo del celular de YoonGi cuando le mostró algo en él y casi rompe el cristal.

Su cara se deformaba completamente, se volvía una persona diferente, una que no le gustaba en absoluto y trataba de evitar convertirse en un monstruo, él no quería ser uno, siempre les tuvo miedo de niño y ser uno de ellos solo complicaría más su vida, su existencia será aún más miserable.

Aunque bueno, todos en algún momento podemos ser un monstruo, tal ves no tengamos tentáculos ni dientes afilados, pero si causamos terror y desgracias, ¿Verdad? Eso es lo que veía JiMin en su reflejo, miedo y desgracias, por eso no le gustaba verse, odiaba esa imagen más que a nadie en el mundo, se odiaba a si mismo.

Quizá todos somos monstruos toda la vida y no lo sabemos, podemos crear destrozos y no lo sabemos, jamás nos enteramos de todo lo que causamos, ¿O si? JiMin no sabía que, con la muerte de JiSoo, su abuela enferma ya no tenía quien la cuidara, o que con la muerte de Rose, su madre quedó a disposición de su marido abusador y terminó matándola a golpes, así que antes de guardar el rencor y la ira contra alguien, deberíamos pensar en las batallas que todos tienen, que quizá no podamos ver, y las consecuencias que traeriamos al ejecutar cualquier acción.

White roomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora