White room

#12

Jung HoSeok, el hombre que lo metió ahí, ahora se encontraba del otro lado de la mesa, mirándolo atentamente, con la duda muy presente sobre si debería hablar o mejor mantenerse callado y dejar que el más bajito hablara.

–Si te estás preguntando quién está frente a ti, soy yo, JiMin, y si quieres saber si es prudente hablar, te aseguro que es mejor que solo mirarme y quedarte callado, ahora mismo podría estar leyendo o haciendo algo más.

–Bien... supongo que es normal que no quieras hablar conmigo, después de todo, yo te metí aquí y-

–Estoy molesto, pero no porque me hayas metido aquí, después de todo, afuera soy un peligro, por ahora, si no estuviera aquí, probablemente el otro sujeto seguiría ganandome y apareciendo según su gusto, pero he recibido ayuda que no hubiera recibido en otros lados, y por ello voy mejorando.

–¿Entonces por qué sigues molesto?

–Por que después de encerrarme aquí, fuiste tan cobarde como para no venir a verme, incluso Jin me visitó más seguido y está muerto. Estoy seguro de que te morías por venir pero tu ser fuera del trabajo, es decir, la parte que es amigo de YoonGi, se siente enormemente culpable por encerrar a su chico y tratarlo como a un fenómeno, y otra parte de tí tenía miedo de que me descontrolara y tomara el asunto en mis manos, tal como lo hizo el otro sujeto, ¿Cierto?

Solo pudo recibir un asentimiento de su parte, junto con un pesado suspiro, que implantó la duda en él.

–Si ese es el caso, ¿Que haces aquí?

–YoonGi me lo pidió, pero antes de que digas algo similar a lo que le dijiste a tu madre, déjame hablar. Yoon ha tenido que salir por unos días del país, una increíble nota y, según tengo entendido, su última gran nota.

La duda en el rostro del menor lo hace tomar aire profundamente y armarse de valor para seguir.

–En el tiempo que has estado aquí, ha arreglado algunas cosas. Vaya que yo no debería estarte diciendo esto, no es parte del recado pero quiero decírtelo. Desde que se supo todo sobre tu caso, le han llamado de muchos periódicos, parece que su talento al fin fue reconocido al fin.

–Yo no lo sabía...bueno, solo mencionó algo sobre tener buen trabajo en los periódicos, pero no que fuera...tan importante.

–Si bueno, no quería que lo vieras como un aprovechado, él solo está tomando un poco de trabajo adicional para poder...ayudarte una vez salgas, y de nuevo, esto no es parte de mi recado.

–Entiendo, pero aún no sé cuál es tu recado.

–Aún no lo he dicho.

El ahora castaño carraspea, mirando sus manos y sonríe levemente, soltando una risa que mezclaba nervios, felicidad, insertidumbre y miedo, pero más que nada felicidad.

–Hace una semana le han llamado de aquí, al parecer...tu audiencia se ha adelantado, y gracias a sus habilidades de reportero, ha podido sonsacarle información a tu doctor, al parecer, acordará que es buena decisión dejarte salir de aquí, con constante vigilancia claro, pero saldrás de este lugar.

Sus ojitos se llenan de lágrimas, ¿Es verdad? Claro, debe ser un sueño, pero prefiere no despertar si es así. ¿Salir de ahí? Eso suena casi irreal. Había investigado, hay personas con muchas personalidades por ahí afuera, aunque claramente, ninguna de ellas tenían una que fuera asesina, pero hacia unos meses que el otro sujeto estaba en silencio, claro que había insistido mucho desde esa ocasión en las camillas, pero al fin había podido callarlo, es como si se hubiera dormido de nuevo, y su único miedo es que volviera a despertar justo como lo hizo cuando se atrevió a tocar a su primera víctima.

–Eso es...eso es...

–Genial, eso es genial, saldrás de aquí, con ayuda de muchos, pero podrás dejar de tener una habitación tan aburrida y plana, podrás ponerle color pronto.

Y así, charlaron un rato más, hasta que su tiempo permitido se agotó y tuvo que volver, pero no le importaba, estaba a poco de poder volver con YoonGi, como él le había prometido, ese hombre creyó en él y ahora podía sentir que lo lograría.