La invitada no es ignorante y aún así, está en desventaja

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Si a Lucy le hubiesen preguntado de antemano como se imaginaba la oficina de Zeref, la hubiera descrito a la perfección. No era más que el típico despacho, mucho más grande de lo necesario, que podías encontrar en cualquier película sobre mafiosos.

Zeref se encontraba cómodamente sentado en su sillón aterciopelado mientras examinaba la montaña de papeles encima de su escritorio, que se alzaba sobre su cabeza. Invel, a su lado, apuntaba lo que su superior le decía, opinando de vez en cuando.

Lucy había sido mandada a llamar debido a un asunto que August no ha querido mencionar mientras la acompañaba a la sala, alegando que la confidencialidad era un concepto de suma importancia.

— Bien —se dirigió Zeref a Lucy por primera vez—, seré breve, ya que estoy algo ocupado, como puedes ver —mencionó señalando a los folios amontonados frente a él. Antes de poder continuar con su explicación, fue interrumpido por la puerta abriéndose abruptamente. Eran los Raaml: Yajeel y Ajeel.

— Perdone por la intromisión, su Majestad —se disculpó el anciano. Manteniendo una distancia prudencial con el emperador. Su nieto solo lo siguió en silencio.

— No importa, se te ve alterado. ¿Qué sucede?

— Vuelven a haber disturbios en el noroeste —contestó dejando un nuevo informe sobre el escritorio. Lucy comenzó a leerlo disimuladamente.

Invel frunció el ceño y Zeref suspiró.

— Dime... ¿Qué ha pasado esta vez?

— Las manifestaciones se están saliendo de control. Los ciudadanos están comenzando a invadir las propiedades nobles y tenemos varios incendios provocados en los distritos ricos. Los caballeros de las casas nobiliarias están intentando contenerlos, pero pronto será insuficiente. Piden el permiso de Su Majestad para actuar a la fuerza y solicitan magos de apoyo.

—¿Qué clase de nobles son si no pueden controlar lo que sucede en sus propias tierras? —preguntó fregándose la frente— No deberían llegar a estos extremos.

— La gente está descontenta con la situación actual.

Y no es para menos. Pensó Lucy una vez acabó de leer el documento.

Aparentemente, desde hacía unos meses, ciudadanos de los barrios más pobres estaban desapareciendo constantemente, cuando eran encontrados siempre estaban muertos, y todos y cada uno de ellos parecía tener síntomas de desnutrición y sobreesfuerzo. La investigación policial no avanzaba y los nobles miraban para otro lado. Finalmente, el pueblo se ha artado y ha reaccionado de manera violenta, lo cual era de esperar.

Lucy no era policía, peró no tardó mucho en imaginarse el escenario y la causa más probable de todo aquel asunto. Miró discretamente a Zeref. Era un hombre inteligente, de eso estaba segura. Así que sacó dos posibles teorías. La primera: que le importara tan poco su gente que ni si quiera había examinado el problema detenidamente o la segunda (que es igual de mala o peor): que sabía exactamente lo que estaba pasando y le daba igual... Hablando de desinteresados, cabría mencionar nuevamente a los nobles de la zona, de los cuales Lucy sospechaba más cada segundo que pasaba.

— Que hagan lo que crean necesario.

— ¿Puedo dar mi opinión sobre el asunto S-su Majestad? —intervino Lucy atrabancándose con sus propias palabras.

— ¿Eeeh? ¿Por qué iba importar la opinión de una maga de baja clase como tú? Extranjera, además. —habló Ajeel con desprecio, el cual ya llevaba demasiado tiempo callado.

— Agradecería que me hablara con respeto por favor —pidió sin siquiera dirigirle la mirada.

— No eres más que una mosca con un poder mágico diminuto. Quien te crees que eres...

Invitada (Zerlu) [Fairy Tail]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora