La invitada es alumna de la desesperación escarlata

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La brisa matutina era bien recibida en días soleados como aquel. Lucy extrañaba la lluvia. Oír las gotas caer sobre su ventana con bolígrafo en mano y una historia que contar era simplemente encantador. Sin duda, una de sus actividades favoritas.

Hacía unos minutos había estado meditando con August. Lo cierto era que había aprendido a disfrutarlo. Era un momento de paz que hacía que afrontara el resto del día con más serenidad y decisión. Lo más probable es que seguiría manteniendo este nuevo hábito cuando volviera a casa.

El campo de entrenamiento que utilizaba Lucy estaba desierto como de costumbre. Solo ella y su nueva instructora se encontraban en él.

— Como ya sabes, yo seré quien te enseñe a realizar encantamientos. ¿Alguna pregunta antes de empezar? — cuestionó Eileen erguida mientras sujetaba su bastón.

— ¿Tu magia está relacionada con los encantamientos?

Lo cierto era que Lucy tenía bastantes ganas de saberlo, el aura de esa mujer era... distinta, aunque era incapaz de adivinar el porqué.

— Sí, pero no hablaremos de eso ahora— seguidamente, cambió de tema —. Primero te explicaré lo más importante al lanzar un hechizo de esta categoría. Los encantamientos no son una magia común y poco a poco están desapareciendo. Estos ataques necesitan cierta cantidad de tiempo antes de poder usarse y además dejan al mago totalmente indefenso mientras se reúne la cantidad de poder mágico necesaria. Cosa que puede ser un poco problemática al principio, sin embargo, si se consigue conjurarlos sin problemas son de gran ayuda. Tú misma lo habrás notado con Urano Metria.

Lucy asintió. Incluso si entendía que no todo el mundo se atrevía arriesgarse con los encantamientos, realmente creía que tenían un enorme potencial y le parecía una lástima que fueran a perderse.

— Bien. Para que un encantamiento se realice con éxito, se necesitan varias cosas. La primera que es la más obvia es conocer las palabras correctas y comprenderlas. Cuando tengas más control con que lo recites en tu cabeza será suficiente. Lo segundo que necesitas es marcar un objetivo, tener claro que o quien recibirá el encantamiento. ¿Entendido?

— Sí.

— Agarra mi bastón —Eileen le lanzó el objeto a la rubia. Lucy lo agarró torpemente — ¿Qué te parece? ¿Para qué crees que sirve?

— Para defenderte de los ataques o atacar, supongo —lo examinó detalladamente —. No parece ser mágico —dijo confundida.

— Tienes razón, no es más que un trozo de madera. Si gana algún tipo de fuerza es debido a la magia que le transmito, pero eso es lo de menos. ¿Crees que es útil en un encantamiento?

— No debería serlo, pero si me lo estás preguntando supongo que sí.

— Lucy, si yo te dijera que quiero que concentres tu poder mágico en la mano derecha para lanzar un encantamiento. Sin dejarlo escapar, obviamente. ¿Serías capaz?

— Tardaría un poco, pero diría que sí.

— ¿Y en una batalla? Con los ataques constantes del enemigo, sus movimientos, los ruidos y demás.

Imposible. Demasiadas cosas alrededor. Demasiada tensión. Sí lo conseguía lo más probable es que el poder mágico se acabara filtrando por su piel o, en el mejor de los casos, quizá crearía algún tipo de concentración mágica para poder crear un ataque rápido.

— No, pero si practico-

— Todo se logra con práctica, pero no es donde quiero llegar —sonrió Eileen. Era bastante gracioso verla exaltarse tan rápido —. ¿Y si yo te pidiera lo mismo, pero en vez con concentrarte en tú mano, te centraras en el bastón? Inténtalo.

Invitada (Zerlu) [Fairy Tail]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora