Los soldados se encargaron de buscar un lugar para acampar, más o menos, no había tienda de campaña, pero ya me entendéis. Ajeel y Dimaria se aseguraron de que no hubiera grandes depredadores cerca y fueron a buscar troncos para la hoguera. Lucy se adentró nuevamente en el barco suspendido en las copas junto a Zeref en busca de la comida enlatada y los sacos de dormir que formaban parte del equipo de emergencia.
Lucy se tensó nada más Zeref acabó de transportarlos. Notar aquel suelo inestable bajo sus pies hacía que se le acelerara el corazón.
— Si quieres puedes quedarte abajo, yo me encargo —ofreció Zeref.
—No, estoy bien.
— Estás pálida.
—Estoy perfectamente. Cuanto antes encontremos las cosas, antes acabaremos.
Zeref asintió. Lucy se dejó guiar por lo que alguna vez habían sido lujosos camarotes. Se aseguró de no alejarse mucho de Zeref. Dio un paso y otro y otro. Crack.
—No me gusta nada como ha sonado eso. —Lucy contó hasta diez en su cabeza mientras respiraba hondo.
Crack.
— Seguro que no acaba pasando nada.
Crack. Crack. Un paso, otro y otro y el suelo se rompe. Lucy se hunde. Zeref agarra sus muñecas y se queda suspendida entre dos plantas. Tira hacia arriba y sorprendiéndose a sí mismo, es capaz de sacarla simplemente con fuerza. Sin necesidad de teletransportarla. No habría sido capaz de hacer eso hace un par de años. La suelta en su planta y posando su mano en su espalda la ayuda a alejarse del agujero a paso lento. Lucy se agacha y apoya las manos en sus muslos mientras hiperventila.
— ¿Cómo estás?
Lucy lo mira mal.
—¿Tú qué crees?
— ¿Te has hecho daño?
— No —Zeref deja ir el aire que estaba conteniendo sin saberlo—. Suerte que no iba a pasar nada.
— Un fallo de cálculos.
—¿Cómo quedarnos en medio de un bosque peligroso porque, oh, el gran sol del imperio ha decidido que no valía la pena usar su teletransportación? —preguntó con burla.
— ¿Te estás burlando de mis errores o del sobrenombre?
— Claramente de ambos.
Zeref sonrió.
— Bueno, vamos.
— Espera —Lucy lo agarró del brazo —. Ahora sí. Vamos.
Las mejillas de Zeref empezaron a arder y sus músculos se tensaron. Lucy no pasó por alto su rigidez.
— No te preocupes, no me puedes hacer daño.
—Hm — asintió. Sus pensamientos fueron opacados por el fuerte latido de su corazón y su garganta estaba inusualmente seca.—. Creo... C-creo que así iremos despacio. Demasiado. Demasiado despacio.
— Mala suerte —dijo aferrándose más —, yo no me caigo dos veces en un agujero el mismo día.
Zeref hizo una respiración profunda y cruzó la mirada con sus ojos marrones.
— Dame la mano mejor —pidió Zeref aún con voz medio temblorosa.
Lucy frunció el ceño y después de hacer un puchero aceptó. Las manos de ella eran mucho más pequeñas y delicadas que las de él, también eran infinitamente más suaves. Lucy no pudo evitar notar lo ásperas que eran aquellas manos anchas. Tenían cayos. Zeref era de origen humilde.
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Invitada (Zerlu) [Fairy Tail]
Fiksi PenggemarDespués de que Zeref investigara pergaminos antiguos y lograra descifrarlos con su ingenio, se da cuenta que hay otra manera de conseguir lo que quiere. Sin embargo, para lograrlo, necesita magia celestial de alto nivel y aunque actualmente no haya...