CAPITULO XI: Reality check

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Bueno un update con mi bloqueo... ¿Qué creen? sigo mal!! waaaa intenté buscar inspiración con la CeciSu, así que me vi la peli "Todo el poder" pero, ¡pinche flaca! me dejó toda la mente en blanco! es que Sofía es tan bold y tan sexy! que terminé concentrándome solo en ella jajaja Ni modo... a seguir buscando...

Aaaaaaanyway ¡Que vengan los flashbacks! ¡Sí, señor!

PS. presten mucho atención a ciertos detalles porque no todo es lo que parece... 😏

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HACE CINCO AÑOS...

Se ha ido... Se ha ido... No. Esto no puede estar pasando. ¡¿Por qué lo hizo?! Cuando le dijo que se alejaran, no se refería a eso. Y es que el día anterior ni siquiera pudo decirle adiós porque pensaba que al menos lo podría ver a la distancia o que algún día se encontrarían por Brunito. Sabía que era egoísta de su parte pensar solo en su bienestar y no de él, pero se negaba a dejarlo ir por completo. Ahora ya nada de eso sucederá porque se fue. Se fue para siempre...

― Mamá... ¿estás bien? dijo Bruno rescatándola del abismo en el que estaba cayendo.

Ehm... y-yo...Paulina no sabía que decirle. Las palabras de su casi ex esposo estaban frescas en su mente. En la carta le decía que se apoyara en su hijo, que era más maduro e inteligente de lo que parecía. Él tenía razón, pero ¿cómo le daría esa carga a su hijo si después de todo seguía siendo un niño?

No me mientas, por favor... tú no...

― Ay, mi vida... no... no estoy bien...susurró con la voz entrecortada y dirigiéndole una sonrisa triste.

― Es por mi papá, ¿verdad? Bruno se acercó y se sentó al pie de la cama. Hoy fue a mi escuela a despedirse... y me entregó esa carta... dijo en voz baja mientras bajaba la mirada. Si hubiese sabido que te iba a poner triste no te lo entregaba... perdóname...

No, mi cielo. Ven... Paulina estiró su mano para que se acercara más, y él obedeció.No es tu culpa. Tú no hiciste nada malo... ― lo cogió de las mejillas y le limpió las lágrimas que sin querer había dejado escapar.

― ¡Es que no entiendo, mamá! ¡¿Por qué tuvo que destruir nuestra familia y luego irse sin intentar solucionarlo?! Bruno sollozó.

― Es lo mejor, Brunito... ― Paulina susurró llorando. Ya no tenía fuerza para más.

― ¡NO! ¡Eso mismo dijo él! ¡Pero no, no es lo mejor! ¡LO ODIO! ¡LOS ODIO! ― gritó Bruno y salió corriendo.

― ¡BRUNOOOOOO! ― ella intentó ir detrás de él, pero de pronto comenzó a sentirse débil y se desmayó, golpeándose la cabeza.


PRESENTE...

― ¡¿LUCIO?! ― gritó Paulina emocionada y fue corriendo hasta él. Él la abrazó y la giró, haciéndola reír.

― ¡¿Pero qué haces aquí?! ¡¿Cuándo llegaste?! ― preguntó cogiéndolo de las mejillas.

― Hace unas horitas. Pero me moría de ganas por verte. Así que vine. Espero no haberte interrumpido... ― respondió confundido mientras miraba a la rubia que le había abierto la puerta.

― Ay, qué tonta yo. Déjame presentarte. Lucio ella es José M... perdón, María José. Es la otra mamá de Brunito. ― dijo sintiéndose un poco incómoda. Había estado tan feliz por la llegada de su amigo que se olvidó completamente que ella había estado presenciando todo.

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