CAPITULO XIV: Mamma knows best (parte 2)

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Hola! De verdad disculpen un poquito la demora pero ayer estuve mal todo el día y no pude escribir nada. Pero bueno aquí está el capítulo. Eso sí, salió laargo, y no sé si es algo bueno o malo jajajaja es que habían varias cosas que se debían tratar... 

Por otro lado, he estado viendo los views y los votos de cada capítulo de esta historia y... Ah caray! Cómo les gusta el drama! jajaja Muchas gracias de verdad a todos los que se toman el tiempo de leerlas, especialmente a esas personitas que han sido fieles desde el principio y han dado su voto en cada capítulo. Bueno esto ya está sonando como a despedida así que mejor me callo y les dejo leer. ¡Escuchen la canción!

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PRESENTE...

Paulina estaba alistándose para dormir cuando escuchó a alguien tocar su puerta.

María José, de verdad que si quieres insistir con lo de-

No, mamá. Soy yo, Bruno. ¿Puedo pasar...?

Sí, claro. Paulina se sentó a la cabeza de su cama y vio como lentamente ingresaba su hijo. ¿Qué pasó? preguntó seria.

Ehm... quería disculparme por lo que hice, de verdad no quise preocuparte... Bruno respondió bajando la mirada.

¿cómo quieres que no me preocupe si te vas así nomás sin decirme nada? ¡Pensé que te había pasado algo, Bruno! Paulina se puso de pie y comenzó a andar de un lado a otro.

Lo sé...

¡Y encima te llevaste a Micaela! ¡¿Por qué lo hiciste?!

¡Porque ella ya sabe que mi abuelo está en la cárcel y no en Japón!

¿Q-Qué...? Paulina se detuvo y se sentó al pie de la cama.

¡Sí! ¡Y yo solo quise ayudarla! ¡Dijo que se quería ir y preferí llevarla al Nevado para que se distrajera antes de que se perdiera o le pasara algo! ¡Te juro que mañana la iba a convencer para regresarnos! Bruno intentó explicarse pero al ver que su mamá seguía molesta, se frustró. ¡Además todos ustedes están tan metidos en sus propios líos que pensé que no se darían cuenta!

¡¿Y en serio crees que eso te justifica?! ¡Es que a veces pienso que lo haces a propósito solo para molestarme o lastimarme!

― ¡No, mamá, nunca fue por eso! ― rápidamente respondió ― Las veces que me he escapado han sido porque me sentía demasiado abrumado y necesitaba olvidarme de todo, por favor entiéndeme... Bruno se acercó y se sentó al lado de ella.

Tú también entiéndeme. ¿Sabes lo que haría si te pasara algo? Me moriría, Bruno. Me moriría si te llegara a perder...

Como cuando...

― S-Sí... y sé que por eso te he sobreprotegido y te he pasado ciertas cosas. Pero no más, Bruno, no más. Es que estoy tan decepcionada de ti...

― Por favor, perdóname, mamá... sé que actué sin pensar en las consecuencias pero te prometo que no volverá a pasar...

― Ay, mi cielo. No se trata de que te perdone o no. Se trata de que reflexiones y te des cuenta de lo que estás haciendo. ― Paulina suspiró y le acarició la mejilla. Le dolía ver a su hijo así de triste, pero era necesario que entendiera que lo que hizo estuvo mal.

― Y te juro que ya lo hice y de verdad estoy arrepentido. Si quieres ponme un castigo, pero por favor no sigas molesta conmigo. Yo te amo. Eres la mejor mamá que he podido tener y me duele haberte lastimado así. ― Bruno dijo con la voz entrecortada.

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