Nuestra Historia

CAPITULO XII: Doubts

Oigan en serio por qué Manolo nunca publicó los covers de Karla Delfín...

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HACE CINCO AÑOS...

― ¡MAMÁ! ― gritó Bruno y corrió a abrazarla.

― ¡Mi vida!

― ¡Perdóname, mamá! ¡Por favor, perdóname! ¡Fue mi culpa! ¡Fue mi culpa! ― sollozaba pegado a su pecho. ― ¡No era verdad lo que dije! ¡Yo te quiero! ¡Por favor no me abandones!

― ¡No, mi vida, jamás! Brunito, mírame. ― Paulina lo alejó un poco y lo cogió suavemente de las mejillas para que la viera. ― Escúchame bien. Yo jamás te voy a dejar. Siempre voy a estar contigo. Eres el niño de mis ojos, mi vida. Te amo como a nadie. Por favor, perdóname, nunca quise asustarte. Simplemente me sentí un poco mal y por eso me desmayé. Pero ya estoy mucho mejor. Te prometo que nunca más volverá a pasar, ¿sí? ¡Tienes mamá para rato! ― Paulina sonrió, le limpió las lágrimas y lo volvió a abrazar.

Después de unos minutos, ambos se encontraban ya más tranquilos; sin embargo, no se separaron hasta que llegaron Ernesto y Virginia y los interrumpieron.

― Hola, mi amor. ¿Cómo te sientes?

― Ya mejor, papi.

― Que bueno, cariño. Estábamos muy preocupados por ti. ― dijo Virginia y se acercó a darle un beso en la frente. ― Brunito, por favor, ¿puedes ir un momento con tu tío Julián? Necesitamos hablar con tu mamá.

Bruno no quería despegarse de ella. Tenía miedo de que le pasara algo cuando se fuera. No quería que volviera a suceder lo de ayer. Sin embargo, su madre le sonrió y le pidió que obedezca, que ella estaría bien. Así que, lentamente la soltó, y después de dirigir una mirada de enojo hacia sus abuelos, se retiró de la habitación.

― Bueno, ¿de qué quieren hablar?

― Queremos saber qué fue lo que pasó, y por qué José María no está acá a tu lado. ― Virginia dijo, yendo directo al grano.

PRESENTE...

¡Era momento de celebrar! Julián por fin era feliz de vivir su noviazgo con Diego; el nombre de la familia se limpió un poco; los patriarcas tuvieron un momento casi romántico por teléfono; Virginia logró su venganza en contra de la ex de Julián al destilar su secreto en una peluquería, y de paso, aprovechó en "despelucarla" un poco; y Paulina estaba feliz porque su mamá finalmente estaba aceptando a María José. ¡En fin! Eran tantos los motivos que decidieron reunirse en el cabaret y disfrutar un momento en familia.

― ¿Y Elenita, oigan? ― Paulina preguntó pero ninguno le hizo caso. Virginia estaba conversando con su ex sobre lo bello que le quedaba la blusa; y pues, Julián y Diego... ellos andaban de melosos y un poco distraídos para ser honestos. ― A todo mundo le vale Elena, qué barbaros. ― replicó fastidiada y se fue a buscar a su hermana.

Mientras tanto, el resto siguió en lo suyo hasta que Diego decidió aprovechar el momento para hablar con Virginia, e hizo que María José terminara al costado de Julián. Ella intentó hacerle la plática pero él solo siguió insistiendo con lo de sus tetas en tono pícaro. Aquello fue demasiado incómodo. Digo, una vez, vale; pero ¡¿dos?! ¡Hasta pareciera que tuviera un crush con ella, joder! Eso sí que sería el colmo. Por eso, antes de que la situación se le saliera de las manos, prefirió retirarse e ir en busca de otra botella de tequila ya que la que tenían se había terminado.

Estaba dirigiéndose al bar cuando vio a Paulina parada afuera de la oficina del cabaret; así que decidió averiguar.

― ¿Paulina, qué haces?