Revelaciones

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Su mirada café estaba perdida en la nada, su mirada café estaba mucho más lejos de lo que cualquiera pudiera imaginarse, ella simplemente no estaba ahí.

-Luces muy decaída ¿estás bien?- Interrogó Lisa a la joven abogada mientras le ofrecía una taza de café.

-Estoy bien... no te preocupes

-Lamento haberte causado problemas con Kai ayer...

-¿Problemas con Kai? No, ya te dije que no. No me ocurre nada con él. Eso se acabó y no quiero preocuparme por pequeñeces. ¿Se molestó Rosé porque llegaste tarde?

-Claro que no. Ni siquiera se percató de nada. Esa chica come y duerme como oso.

-Me alegra que no se enojara. Sabes... estaba pensando, me gustaría conocerla. Invítala a cenar.

-¿Qué? ¿A Rosé? ¡claro que no!

-Por favor... es alguien importante en tu vida ¿no?

-Pues si, pero...

-Entonces no se diga más. La quiero aquí a las ocho

-No... en verdad, esa chica es un imán de problemas y...

-Está decidido, la quiero aquí a las ocho. Tú no te preocupes por nada. Llevaré a Han a la escuela, si necesitas ayuda con Luke o Nozomi...

-Todo estará bien, Jennie. No te preocupes por nada ¿si?

-Bien, tú solo preocúpate por traer a Rosé aquí. Será una cena maravillosa.

-Eres extraña, Kim.

-Lo sé. Tú tampoco eres muy normal, pero aun así me alegra que estés en casa. Iré a vestirme ¿crees que puedas prepararme esos huevos con champiñones?

-Claro, cuando bajes estarán listos... si eliges usar el traje de pantalón podría hacerte fresas con crema

-Lisa... eso es chantaje.

-Quizás soborno

-Lo pensaré -se divierte la castaña que va escaleras arriba entre risas.

No, Jennie Kim no accedería nunca a ningún soborno, aunque fuera por unas fresas con crema por más delicioso que pudieran quedarle a la niñera, ninguno de los habitantes masculinos de esa casa estuvieron de acuerdo pero ella terminó saliéndose con la suya, siempre era así.

Jennie fue a trabajar tranquilamente y regresó mas temprano para meterse un poco a la cocina para recibir a su invitada. Las horas pasaron hasta que el reloj avisó que eran las ocho.

-Así que tu eres la famosa Rosé -sonríe Jennie al recibir a una alta, delgada y esbelta muchacha de ojos asiáticos, facciones delicadas, cabellos negros largos y lacio -pasa, pasa por favor.

-¿Soy tan guapa como te lo han presumido? -sonríe sonrojada

-Incluso un poco más -coquetea Jennie y besa la mejilla de la invitada que sonríe ampliamente, se terminan de saludar -ven, la cena está lista

-¿Son hamburguesas? -se sorprende Rosé al ver el paquetito en la mesa.

-Lisa me contó que son tus favoritas.

Cambios Inesperados | Jenlisa [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora