Cambios Inesperados | Jenlisa [COMPLETO]

Nana a la carta

La castaña observaba incrédula aquella chica ante ella que parecía perdida en la anfitriona, quizás era debido a su belleza, tal vez a su pijama o a lo despeinado de su cabello esa mañana.

-¿Tú eres la niñera? -seguía sorprendida Jennie.

-Soy psicóloga infantil. La agencia me reportó que necesitaba a alguien capacitado para el puesto y... -dejó de hablar cuando vio al pequeño Luke colgado de la puerta del congelador intentando sacar un bote de helado de chocolate. Corrió hasta la cocina para detener al niño de la inminente caída -creo que la ayuda es urgente ¿verdad?

Jennie asintió.

-¿Usted quién es? -interroga el pequeño Han al ver a la alta joven cargando a su hermanito con un brazo.

-Hola. Soy Lalisa Manoban, he venido a cuidarlos

-No necesitamos que nos cuiden. Somos adultos ¿no es evidente?

La rubia se puso en cuclillas y habló al oído del niño.

-Claro. La verdad es que he venido a cuidar a tu mami, pero que no se dé cuenta. Ella cree que los que necesitan ayuda son ustedes

-Si que la necesita. Ni siquiera tiene comida decente en su refrigerador. Soy Han y mi hermanito es Luke. Ah, y la llorona es Nozomi, mi hermanita

-Puedo escucharlos -refunfuñó Jennie intentando calmar el llanto de la pequeña Nozomi-. Y no soy su madre, soy su tía, su tutora legal

-Eso lo explica todo -se relaja la recién llegada soltando suavemente al niño de sus brazos y buscando en su mochila-. Bien, Han y Luke ¿qué les parece si comen esto en la sala mientras su tía y yo preparamos algo de desayunar?

-¡Galletas! -gritan los niños que arrebatan los paquetes de galletas con forma de oso de las manos de la joven y corren hacia la sala.

--Y bien, señora Kim ¿por dónde empezamos?

-Debes estar confundida. No te ofendas, pero esperaba una señora mayor que haya criado niños antes, tu no pareces eso -explica Jennie que en vano intenta calmar a su sobrina.

La rubia sonríe ajena a la confusión de la joven y se acerca peligrosamente a la muchacha de ojitos de gato que la observa confundida.

-¿Puedo? -pregunta mientras se acerca aun más para tomar a Nozomi de los brazos de Jennie. Nozomi se abalanza sobre la chica y comienza a reír mientras ella la abraza -creo que esta princesa necesita un cambio de pañal ¿no es así?

Nozomi dijo algunas palabras que ninguna de las dos comprendió pero parecía estar encantada con la joven que la cargaba porque reía divertida.

-¿Y tu cambiador?

-¿Cambiador?

-¿La cuna de la niña?

-¿Cuna?

-¿Dónde cambias el pañal de Nozomi?

-Solo la pongo en la tina y la enjuago con la regadera de mano -explica ella. Lisa solo niega con la cabeza.

-De acuerdo... ¿dónde están los pañales?

-Ah, en mi bolso tengo uno... mi bolso... aquí -responde Jennie que se acerca con un pañal en la mano. -Creo que es el último.

-De verdad necesita mucha ayuda, Señora Kim.

-Jennie, solo llámame Jennie ¿quieres?

-Está bien, Jennie -acepta Lisa que saca de su mochila un extraño artefacto para la castaña que coloca sobre el sofá de la cama y sobre él comienza a cambiar a la pequeña Nozomi, ésta luce encantada y ríe manteniendo una charla con su nueva nana. -Ahora prepararé algo de desayunar para los chicos. ¿irás a trabajar?