i n s é c u r i t é s

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❝¿Sabes a qué deberías temerle más que nada en el mundo?
A tu mente.❞

Las palabras de amor que YoonGi quería expresarle, jamás fueron dichas, porque no podía asegurar que NamJoon siguiera vivo por sus deseos y sus errores.

Amarlo era un vil pecado, una desgracia.

Amarlo estaba mal

No, la gente es libre de amarse, pese a todas las contradicciones de la sociedad; él lo sabía. Pero ¿eso podía aplicarse en su caso? ¿él podía amar a alguien que, a ojos de sus padres, no fuera ideal para él? ¿Podía hacerlo considerando sus verdaderos sentimientos?

La exigencia de su padre, al azotar la mesa, para llamar su atención le dio la respuesta.

Min YoonGi tenía que mantener a Kim NamJoon vivo y si eso quería decir que no debía y que no podía decirle cuánto lo amaba, entonces así sería.

Mantendrían las distancias puestas por sus padres y se encontrarían por las noches en un motel o en algún otro lado.
Aunque arrastraran a gente de por medio, no podía evitarlo.

— Tu padre me preguntó un sin fin de cosas, no parecía muy contento.

No había esperado que ella lo visitara tan pronto como su mundo parecía irse directo al infierno, aunque sabía que estaba de viaje -por vacaciones- nunca pensó que ella volvería a él. Por eso, cuando Jennie le llevó un par de faldas nuevas, mirándolo con tanta ternura, con un suave consuelo y con esa expresión angustiada, como si de una hermana mayor se tratase, no pudo evitar lagrimear mucho. Evitó tanto el querer llorar, porque llorar no estaba bien, era un hombre no una niña. Pero al final, no lo había logrado.

Se había desecho en brazos de Jennie, explicándole su triste historia y pidiendo por un poco de tregua para su situación.

Aunque Jennie le había dicho que la guerra no siempre perduraba, YoonGi lo veía posible. Llevaba tantos años en guerra con su padre y, aunque pidió tregua abiertamente, nunca se detuvo. Fue como si bombardearan con frenesí y sin piedad; es por eso que, YoonGi pidió ayuda de sus aliados más cercanos, que eran realmente escasos.

Quería seguir viendo a NamJoon,  mantener una parte de sí mismo, en NamJoon. Él podía seguir utilizando esas faldas bonitas y actuar dulce frente a él, NamJoon le hacía sentir que podía ser libre.

YoonGi podía ser él mismo, junto a quien amaba.

Y aunque estaba prohibido amarse, eran seres egoístas, que no pensaban en nada más que no fuera en sí mismos. Se susurrarían cuanto se extrañaban y cuánto anhelaban sentirse de esa forma.

— "Es un cuento que pronto colapsará."

HoSeok tenía razón, pero aún así...

— ¿No puedes alegrarte por mi?

Podría ignorarlo eternamente, podría no querer que lo tocara, pero no podía, y no tenía permitido, arruinar su felicidad... incluso si era momentánea.

— "Nunca fuiste un ingenuo y ahora te ciegas a un amor que no es correspondido."

¿Era así? YoonGi sabía que estaba completa y perdidamente enamorado de NamJoon, lo sabía tanto que dolía pensar en una falsedad ¿acaso era NamJoon quien realmente no lo amaba?

YoonGi sabía que no podía profesarle su amor a los cuatro vientos, reconocía su dificultad y todas las imposibilidades, pero no fue hasta que HoSeok lo comentó que se dio cuenta de una posibilidad tan grande.

Quizás solamente había confundido las cosas, quizás estaba siendo demasiado negativo, pero él jamás escuchó de los labios de NamJoon un "te amo" o un "te quiero", al menos no fuera del sexo.

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2022 ⏰

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