Capítulo 14

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En el ambiente se instaló un silencio abrumador

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En el ambiente se instaló un silencio abrumador. Ninguno hacía un movimiento para perseguir al chico que ahora corría lejos de ellos, sin saber dónde ir.

TaeHyung volteó hacia Jeon enarcando se ceja. El estuviera detrás del chico pero no ha hecho nada. Ante su interrogante alzó sus hombres restándole importancia.

—Tu eres quien está a cargo de él, nosotros sólo te ayudamos.

Y no era mentira. Quién estaba protegiendo al chico era TaeHyung, era su responsabilidad cuidar de HoSeok. El cielo aún estaba claro y despejado, lograría encontrarlo fácilmente por su rojiza cabellera.

JiMin aún se mantenía callado, su cara neutra. Su amado logró que no le hicieran daño pero solo por corto plazo. Cuando TaeHyung regresara volverían a lo mismo y posiblemente amarrarían a HoSeok para que no logre entrometerse en el trabajo. Solo deseaba que el chico no viviera todo lo que está pasando, aunque el mismo tenga que ver.

—No toquen a Park mientras no esté. Iré a buscar a HoSeok.

YoonGi carraspeó antes de verlo partir.

—Intenta disculparte con él, fuiste una mierda.

TaeHyung hizo una mueca.

—Solo le dije la realidad.

Y sin más se marchó antes de seguir oyendo sermones.

Cómo había dicho, fácilmente logró localizar al pelirrojo. A lo lejos se miraba que estaba acariciando un caballo negro. Ese animal no era parte de la granja y se alertó sacando su arma, analizando todo el entorno por cualquier movimiento. No estaban solos y en estos momentos no deberían confiarse de nadie.

Al no notar ningún movimiento decidió guardar el arma pero no dejó de estar alerta. Antes de acercarse a Jung pensó en sus palabras recientes. Fue duro con su respuesta pero era más que nada una realidad, básicamente él estaba solo. No conoce a nadie más en la familia. Cuando todo esto acabe quedará por su propia cuenta. No volverá a su casa, cuando logren encontrar a SeokJin se sabrá a dónde irá a parar. Él sabe todo de lo que se hará con HoSeok. Daehyun le informó.

Por esa misma razón deberían encontrarlo, también porque TaeHyung lo echa de menos. Después de todo es su padre, su única familia.

Maldijo el día en que su madre los dejó.

Vio cómo HoSeok se alejó del animal. Se le veía triste, desanimado. Su cuerpo estaba demasiado relajado, como si estuviera cansado. Cómo si hubiera escapado de depredadores.

Los próximos movimientos nunca se cruzaron por su mente.

Jung sacó un cuchillo de su pantalón. ¿En qué momento lo habrá agarrado? Nunca se le vio por la cocina donde estaban los utensilios. ¿Lo habrá agarrado de los instrumentos de tortura?

Empezó a correr cuando vio cómo dirigía ese cuchillo a su muñeca y lo insertaba por todo el alrededor de su brazo.

—¡HoSeok no!

Aumentó su velocidad justo cuando el cuerpo de él cayó en el pasto. Se quitó su propia camisa cuando estuvo arrodillado enfrente de él para así usarla como banda y enrollarlo en su brazo herido. Apretó con fuerza para detener la hemorragia pero no cesaba. Estaba perdiendo demasiada sangre.

El verde pasto fue pintado de un fuerte color rojo. El olor a metal inundaba su nariz con molestia. Con sus dedos buscó el pulso de su cuello para saber que seguía con vida. Agradeció internamente al sentir que todo estaba bien.

"Estaba bien" nada estaba bien. Se sentía culpable por sus palabras. Le estaba fallando a la maldita promesa que le hizo a SeokJin.

"—Debes prometer que mantendrás a HoSeok con vida. No importa que suceda".

Golpeaba suavemente la mejilla cuando lo miraba cerrar sus ojos. Así lograba mantenerlo despierto. Vivo.

—HoSeok nunca dejes de verme.

Nunca dejó de mirar esos ojos oscuros que lucían realmente preocupados. Nunca había visto una expresión en la cara de TaeHyung. Rió internamente con autosuficiencia al saber que el logró preocuparlo. Aunque fuera de una estúpida manera.

Cuando la hemorragia se detuvo Kim logró respirar con normalidad. Levantó el débil cuerpo entre sus brazos para regresarlo a casa y coser su muñeca. Por suerte Jung era tan idiota cómo para no saber suicidarse correctamente.

Lo que era sorprendente es la magnitud de sangre que salió de su brazo. A pesar de todo la cortada fue profunda pero no tanto como para tocar sus venas. Él era débil, debía adaptarse a la realidad y no dejarse ganar fácilmente. TaeHyung se empeñaría en hacerlo fuerte. Él no lo protegerá toda la vida.

¿De dónde salió esa idea de ayudarlo?  Tal vez será porque no quería volver a correr detrás de él por otro intento de suicidio.

—Eres un idiota Jung.

HoSeok lo miraba con una suave sonrisa en sus labios. Como si estuviera contento de lo preocupado que estaba hace momentos. Sus ojos destellaban dulzura y compasión.

Eso abrumó demasiado a TaeHyung.

—¿Qué pensabas al hacer esto, ah? ¿Creíste que te alejarías de todo? Eres un cobarde.

Todo rastro de dulzura se esfumó logrando ver un rostro serio. Así estaba mejor.

Mucho mejor.

Lo siento por no actualizar, ¿me perdonan?

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Lo siento por no actualizar, ¿me perdonan?

—Jhanosky

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