Capítulo 4

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Hace 2 años

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Hace 2 años.

Jimin se sentía raro ante esas paredes de la oficina de su padre. Nunca había entrado, sorprendentemente nunca había entrado ahí por órdenes del mismo. Todo lo qué hay dentro es confidencial y no se puede dejar ver por cualquiera, ni su propia madre.

Siente temor en su asiento mientras esperaba al señor Park, nunca sabe que podría salir de esos labios. No le tiene odio a su padre, lo contrario. Su infancia fue la mejor, él le consentía con todo lo que deseaba. Lamentablemente poco a poco esa misma actitud fue desapareciendo volviéndolo un poco distante, pero aún así no quita el hecho de que siempre será su padre.

Escuchó cómo las puertas se abrían detrás de él y unos pasos acercándose. Una mano se posó en su hombro izquierdo y levantó la mirada para encontrarse con una sonrisa de su padre en respuesta hizo lo mismo. Su padre tomó asiento frente a él en su escritorio y se aclaró la garganta.

—¿Cómo te ha ido en las clases, hijo?

—Bien padre, soy el mejor en toda la clase.

El señor Park sonrío.

—No es de esperarse, te he visto estudiar arduamente, estoy orgulloso de ti.

Jimin sonrío ante las palabras de su padre. Es de las pocas veces en las cuales las escuchaba decir viniendo de él y se siente bien consigo mismo.

Ambos se quedaron en un cómodo silencio, lo único que los delataba era el sonido de sus respiraciones. Jimin se acomodó en la silla frente a su padre y dijo:

—¿Para qué me ocupas padre? Nunca me has dejado entrar a tu oficina y realmente estoy algo ansioso por saber la razón.

Hyung-sik se levantó y buscó una carpeta en la cual habían unas fotos e información dentro de ella. La portada traía consigo el nombre de "Jung Hoseok". El señor Park las deslizó sobre su escritorio para entregársela a un dudoso Jimin.

—¿Qué es esto padre? —dijo el rubio mientras abría la carpeta y miraba todas las anotaciones que habían. Las fotos mostraban a un sonriente pelirrojo de facciones finas y delicadas. A primera vista se veía atractivo para los gustos de Jimin. Había todo tipo de información acerca del chico, su edad, nacionalidad, tipo de sangre, etc. Al terminar su conclusión llegó a la mente y cerró la carpeta. —No sé a qué viene todo esto pero es un rotundo no.

Mala respuesta de parte de Jimin, nadie le decía que no a Hyung-sik. Su padre sacó un cigarro del bolsillo de su costo traje y lo encendió para darle una calada rápida. Pensó que su hijo sería fácil de persuadir pero vio que no era así.

Ambos se quedaron mirándose uno al otro. Park Jimin parecía no querer cambiar de opinión pero lo vería después.

—Oh vamos, no es nada malo lo que te pediré.

Jimin volvió a negar. —No sé que secretos guardes pero no metas a mi madre y a mi en esto.

—¿Quieres defraudarme? ¿Yo que te he dado todo lo que has pedido? Esta es una forma de agradecerme, hijo mío.

Jimin se sintió mal ante las palabras de su padre. Se levantó del asiento y caminó por todo el alrededor, queriendo pensar más y buscar una solución. No quería defraudar a su padre, con lo que había dicho minutos antes de tenerlo orgullo y de un momento al otro defraudarle no sentía que fuera lo correcto. Si su madre se enteraba lo haría sentir peor, a ella no le podía defraudar.

—Bien, pero no haré algo sucio ni peligroso.

Hyung-Sik sonrió en modo de victoria y dejó caer su cigarrillo para aplastarlo después. Abrió de nuevo la carpeta de Jung Hoseok y sacó una foto de él.

—Lo único que tienes que hacer es buscarlo y tratar de conquistarlo hasta tenerlo en tus manos.

Jimin abrió los ojos en grande. Él no sería capaz de hacerle eso a alguien, sin ninguna razón. Peor cuando ese chico se ve tan dulce e inocente con la sonrisa que está plasmada en la foto. —¿Qué tiene que ver el chico en tus planes, padre?

—Es todo lo que necesitas saber.

Su padre volvió a guardar la foto y le dio la carpeta a su hijo. Dentro de ella habían más datos sobre el chico que podría tomar en consideración para su plan.

—Si llegas a defraudarme le diré a tu madre que me has deshonrando y ella se pondrá muy triste mi niño, ¿no quieres eso verdad?

El menor agarró la carpeta y sonrió. A pesar de todo él quería entrar un poco al mundo de su padre y tendría que empezar con algo.

—Prometo no defraudarte, padre.

Su hijo salió de la oficina y Hyung-sik se sentó en su cómodo sofá soltando un suspiro de cansancio. Por un lado se sentía mal al usar a su hijo de esa manera pero era la única opción de acercar al hijo de los Jung.

"Entre más cerca tengas a los enemigos, mejor".

—"Entre más cerca tengas a los enemigos, mejor"

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—Jhanosky

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