Capítulo 14

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Mis ojos miran con horror la escena que tengo delante. Uraraka, completamente inconsciente a causa de su batalla con Bakugou. La castaña está tirada en el suelo, como si de un cadáver se tratase. El estadio entero comienza a discutir por como el rubio no ha tenido compasión hacia la chica. Miro el estadio casi sin poder creer lo que estoy oyendo. Algunos de nuestros compañeros concuerdan con ello, pero frunzo mi ceño, algo molesta. Sero y Kaminari hablan de ello, y de inmediato les callo. Parece ser que Aizawa sensei también está de mi parte.

—Él ha dado su mayor potencial frente a ella, eso significa que la ve como una igual, no más débil que él.

—Ya, pero...

—Pero nada. —aprieto mis puños— Ella ha dado lo mejor de si misma, yo hubiese hecho lo mismo...

—Te veo algo a la defensiva, Yagi. ¿Te encuentras bien? —Kirishima me mira un tanto preocupado.

—Estoy bien, perdón... me dejo llevar por el espíritu deportivo. —bromeo.

—¡Uraraka está fuera de combate, Bakugou pasa a la siguiente ronda!

Aunquo hace unos minutos el estadio estuviese en contra de Bakugou, todo el mundo empieza a gritar por la victoria del chico. Algo preocupada me levanto de inmediato de mi asiento, yendo rápidamente hacia la enfermería. Midoriya me pisa los talones, y este viene junto a mi para ver el estado de la chica. Cuando llegamos a la enfermería, la chica está con una pequeña gasa en la cara y pocos moratones.

—¡Pensaba que estarías peor!

—El poder de Recovery Girl. —dice entre risitas— Tal vez no quede segunda como dijimos, Yagi-chan...

Frunzo el ceño, sintiendo una gran lástima por la chica. Parecía tan motivada, tan emocionada por ganar, pero ha perdido...
Midoriya y ella comienzan a hablar entre ellos, mientras tanto yo me pierdo en mis pensamientos, pensando en lo difícil que será pasar a la tercera ronda, aunque aún no sepa mi contrincante. Midoriya y yo decidimos irnos, pero Uraraka me detiene por un momento, tomando mi muñeca.

—Yagi-chan... gana por mi, ¿quieres? Sé que tú lo harás mejor que yo...

—Uraraka... —miro a la chica algo sorprendida, pero asiento con mi cabeza— Claro, ¡cumpliré nuestra promesa!

—¡Ese es el espíritu! —sonríe— Aish, llamaré a mis padres yo también...

—Muy bien. ¡Espero verte pronto en las gradas! —me despido de ella, yendo detrás de Midoriya.

Salgo de inmediato de la enfermería, pero antes de cruzar la esquina escucho las voces de Midoriya y Bakugou. Me quedo por un momento escondida junto a la pared, escuchando lo que dicen.

—No creas que vas a ganar, maldito Deku, ¡así que deja de mirarme de esa forma!

—¡N-no he dicho nada malo, Kacchan!

Oooh vaya, lo de siempre. Suelto un pequeño suspiro, saliendo finalmente de mi escondite. Midoriya parecía tenso, pero nada más verme puedo ver como su cuerpo se relaja. Bakugou parece sorprenderse verme allí también, y simplemente frunce el ceño, soltando un leve gruñido. Trago saliva, colocandome a un lado de la pelusa verde. Este pasa por un lado nuestro, pero veo la necesidad de decirle algo.

—Has luchado muy bien. —digo casi en un susurro— Aunque no todo el mundo estuviese de tu lado, has demostrado que no has contemplado a Uraraka como alguien inferior, pero a una igual.

—Yagi-san, debemos irnos... —me dice casi de manera desesperada Midoriya.

Bakugou da media vuelta, mirándome con su ceño aún fruncido. Supongo que el pobre hombre no estará acostumbrado a cumplidos genuinos. Algo dentro de mi me obliga a sentirme agradecida con él, después de todo, me salvó ya dos veces junto a Kirishima.

Corazones explosivos - [Bakugou y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora